Llegan como todos los años las ansiadas utilidades, pero a veces nos anticipamos a utilizarlas mediante el uso de una tarjeta de crédito, o calculamos erráticamente un valor mayor; luego vienen las sorpresas y el valor real a recibir no alcanza para cubrir los extras gastado en el año.

En la educación financiera también es muy importante ser disciplinado y prudente.

Esperar sin ansiedad a que llegue el pago de las utilidades y tratar de no pensar en gastarlo de forma inmediata.

Es preferible que este valor extra se lo utilice para la compra de un electrodoméstico de importancia, como es una refrigeradora, una cocina. O si el valor a recibir es mayor, pensar en un terreno o una futura entrada para aplicar a un préstamo hipotecario.

Recuerde que es mejor sacrificar gustos pequeños para obtener un mayor gusto, como tener una propiedad.

Gunnar Lundh