Alerta señor presidente ante la realidad catastrófica que vivimos

Estamos viviendo una época inadmisible, catastrófica, en caída libre; un tobogán incontenible hacia el infierno. Bastante maldad sobrepasando leyes vigentes a favor 100 % de toda acción delictiva; atrocidades que en vida nos asfixian. Señor presidente o se faja los pantalones o se lo come la jauría de asambleístas emplumados. Correístas delincuentes, sus aliados socialcristianos y los emplumados que descaradamente dejan que sus compañeros roben. Apóyese en la muerte cruzada o dicte leyes que estén a su alcance, elimine este congreso, actualice la Constitución del 98 y derogue la de Montecristi, que esta llena de leyes que nos agobian, todas a favor de los delincuentes, favorable a jueces y fiscales corrompidos todos. Pague todas las deudas que se han robado los gobiernos de turno y abogadillos corruptos con los primeros barriles de petróleo del último pozo descubierto.

Nada de limosnas, la subida de 25 dólares dictada por usted a estos sectores no les alcanza; una miseria resultó esta alza. Quítese su sueldo y robustezca el Banco del Pacífico. Asuma la muerte cruzada y extermine el Congreso, pleno de delincuentes correístas, no se deje sorprender. Alegan que no saben hablar castellano; si es así no pueden seguir como diputados: son analfabetos. Los de la izquierda democrática comunista se arriman al partido socialcristiano liderado por Nebot, traidor de la misma calaña del resto de pirañas que hacen mayoría. Guayaquil es caótica; pones un pie fuera de tu casa y te matan, incluso dentro de ella. Los delincuentes quedan libres, la Policía y el Ejército no pueden con ellos. Los defensores de los derechos humanos solo protegen a los delincuentes que siguen apoderándose del pabellón 8.

Antonio Abad Cornejo