En 2024, la moda se ha vestido de luto. En Ecuador partieron Paulina Anda y Luis Tippán y en Italia, tras una larga enfermedad, falleció Roberto Cavalli (83), conocido por su estilo extravagante y glamoroso. Estaba retirado, raras veces se lo veía. Celebridades como Sophia Loren y Brigitte Bardot lucieron sus prendas, así como Kim Kardashian, Jennifer López, Sharon Stone, Beyoncé, Naomi Campbell y Taylor Swift.

Para la diva argentina Susana Giménez era su creativo favorito. Llevó los mismos diseños que el modisto presentaba en las pasarelas de Milán o de París para engalanar eventos como el Martín Fierro, la fiesta de la revista Caras o la mesa de su colega Mirtha Legrand. Le gustaban mucho sus diseños. Se conocieron personalmente. Ellos entablaron una estrecha relación, más aún mientras este estuvo al frente de su firma.

(Te invitamos a leer: Marcela Aguiñaga: "Desde 'pelada' he sido resabiada")

Él empezó a ser conocido en la década del 70. Nació en Florencia, donde empezó a pintar camisetas para pagarse sus estudios de arte. Su infancia estuvo marcada por la muerte de su padre, Giorgio, quien fue asesinado en 1944 por la Wehrmacht, las fuerzas armadas unificadas de la Alemania nazi.

Su primer desfile fue en 1972 en la sala Blanca del Palacio Pitti. Abrió una casa de ropa en Saint Tropez, Francia, luego lanzó su colección en París. Saltó a la fama por sus estampados de animales y por el estilo sensual que mantuvo a lo largo de su carrera. Su imperio se extendió a la decoración, el vino, los zapatos, las joyas e incluso una línea de vodka, cuyas botellas estaba enfundadas en piel de serpiente.

Tenía pasión por los Ferraris, los puros y las camisas abiertas que revelaban un torso bronceado. Estaba casado desde hace 15 años con Sandra Bergman Nilsonn, con quien tiene un hijo en común, Giorgio, quien nació justo un año antes de su muerte, a los 82 años.

Se trata del sexto vástago del diseñador, que anteriormente tuvo otros dos con su primera mujer, Silvanella Giannoni, y tres con la segunda, Eva Durner.

Era propietario de un helicóptero púrpura y entre sus amistades figuraba Cindy Crawford.

En 2005, fue elegido para actualizar los uniformes de las conejitas de Playboy y una de sus versiones incluía su estampado de leopardo.

En Italia fue juzgado por fraude fiscal, en una causa que terminó con su absolución. Su empresa también empezó a registrar pérdidas, lo que le obligó a vender la mayoría de sus acciones en 2015.

Siempre fue un amante de los animales y tenía entre ellos, un mono. ”Me di cuenta de que incluso los peces tienen fantásticos vestidos de colores, al igual que las serpientes y los tigres. Me di cuenta de que Dios es realmente el mejor diseñador, así que empecé a copiar a Dios”, declaró en una entrevista.

Para acceder a todo el contenido de calidad sin límites, ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!