El Barbieheimer se hizo realidad. La noche del domingo 10 de marzo fue la última ocasión en la que este fenómeno cinematográfico, que une las cintas Barbie y Oppenheimer, se hizo presente en las galas de premios.

Su rivalidad creció desde su día de estreno. Pero juntas, lograron lo inimaginable: rescatar la asfixia por la que pasaba la taquilla del cine a nivel global. Entonces, ¿realmente fueron competencia o las grandes ganadores del año en la industria del cine?

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En la más reciente entrega de los premios Óscar, la cual se llevó a cabo en el Dolby Theatre de Ovation Hollywood, las dos populares producciones peleaban varias categorías, incluyendo la de mejor película. Como ya es de conocimiento general, Oppenheimer fue la gran triunfadora de la noche, con 7 premios de 13 candidaturas. Y Barbie, la más popular y taquillera, solo una y por rebote, puesto que recayó en mejor canción original por What was I made for?

Para algunos, este triunfo lleva a la realidad el guion de ficción de la muñeca de Mattel. Puesto que, ¿qué tan probable era que, a partir de un juguete, se pueda hablar de feminismo en escala mundial? Hay que reconocer los puntos bien conseguidos en su cinematografía, como su humor, la estética de su vestuario y mundo irreal, así como los miles de millones que se desembolsó. Pero ganó él (o ellos, porque fueron sus actores y director los triunfadores). Incluso, la directora Greta Gerwig no entró en la terna, algo que la audiencia rechazó.

Ahora bien, el impacto e importancia del argumento de Oppenheimer fue el contrapeso perfecto ante lo conseguido por parte de Barbie en la cultura pop. Vamos, es película seria, con una estructura complicada y pensada para el público adulto. Algo difícil de hacer si comparamos su taquilla (953,8 millones), sin tener a la audiencia infantil de su lado.

Aquí se cuenta la vida del cerebro detrás de la bomba nuclear. Todo en un montaje de primer nivel, lo que incluye la actuación, dirección, edición, diseño de producción y mucho más.

 Tenía algo grande que decir y eso fue lo que finalmente pesó. Además de todos los premios de la temporada, incluyendo el de mejor película en los Globos de Oro.

En las galas del cine no hay forma medible para decir qué película es mejor que otra, lo que importa son los mensajes: Barbie, sobre el rezago de la mujer en la sociedad; Poor things, con la formación de la feminidad en un mundo machista; Zona de interés, al recordarnos un genocidio por índoles raciales.

Barbie puso el color y alegría a la industria y enamoró nuevamente a las audiencias para ir a las salas de cine luego de la pandemia (con 1.446 millones). Oppenheimer es la apuesta más concienzuda con un mensaje que se siente tan actual como en 1945: “Quiero dedicárselo a los que buscan la paz”.

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