María Gloria sabe en primera persona lo que es crecer en el campo. Viene de una familia que estuvo vinculada al negocio de los lácteos. Desde niña, dice, disfrutaba el tiempo entre la hacienda y la fábrica. “Podía estar enlodada ordeñando vacas o subida en los montacargas”, recuerda.

En el camino, se fue preparando a nivel empresarial, ya que el espíritu emprendedor corre por sus venas. Se graduó de Administración de Empresas en Blue Hill College en Guayaquil y en el 2022 decidió emprender en un producto que la conectara con lo que creció: alimentación que sea “del campo a la mesa”.

Tras varios meses de investigación, introdujo Legado Montés, una marca de quesos elaborados de manera artesanal y sin preservantes. Ese ha sido el punto de partida para un abanico de experiencias, como capacitar a las tenderas que venden sus productos y que apuestan por salir adelante.

• Entre prueba y error

“Mi reto siempre fue entrar en el mundo gourmet con un queso fresco”, explica María Gloria. Y no ha existido hasta ahora nada que la detenga.

Todo surgió desde un pequeño laboratorio-bodega que tenía su abuelo. Con leche proveniente de una hacienda de Bucay y con ayuda de un ingeniero químico, iba haciendo los quesos.

“Mis amigas que trabajan en gastronomía eran las principales catadoras”, cuenta. De a poco, entre pruebas y muestras, fueron surgiendo los sabores.

Orégano, albahaca, pimiento, aceituna y ají son los que mantiene hasta ahora, y que ya están en varios puntos de distribución en Guayaquil.

“Pasar de vender del boca a boca a algo más grande fue un tema de prueba y error, sobre todo por el precio. Tuve que bajarlo para poder competir”, menciona.

Al principio, vendía en $ 7 un queso de 400 gramos, y los comentarios que recibía eran que el producto no salía por el precio.

Y manejar el tema no fue sencillo. La primera entrega fue de 60 quesos, en una tienda. Aunque sonaba bien, terminó trabajando a pérdida, pues tuvo que reponer aquellos que se dañaban porque no tenían mucha salida. “¡Perdí unos $ 400!”, recuerda.

Con la lección aprendida y con pocas ganas de dejarse vencer, María Gloria decidió sacar diferentes presentaciones para llegar a tiendas de barrios de Guayaquil y luego ampliarse a supermercados especializados. “En Ecuador podemos producir buenos quesos, no es necesario irse a España ni otros lados”, agrega.

El hecho de que sea natural sin preservantes, ha influido mucho en la acogida. “Más aún ahora que la mayoría se está fijando en la etiqueta de los productos para cuidar lo que se consume. Creo que cuidar la salud de los demás es la huella como emprendedores”, expresa.

• En busca de un cambio positivo

Ser esposa, madre y emprendedora hace que María Gloria quiera impulsar a más mujeres en el mismo camino de los negocios.

“Antes no era muy común que la mujer sea la emprendedora, era el hombre. Sin embargo, ahora son muchas más las que se animan a generar sus propios ingresos”, dice.

Al momento, lleva tres charlas gratuitas dirigidas a tenderas, a quienes quiere brindarles un programa de capacitación.

“No necesariamente son dirigidas a las tenderas que venden mis quesos, está abierto a quien quiera capacitarse. Muchas veces vienen entre vecinas”, comenta y agrega que “se les enseña a enfocarse en sus habilidades y en el uso de las herramientas que les permiten comercializar de una mejor manera los productos”.

Su mirada a favor de la mujer también se hace evidente al elegir a sus colaboradoras. “En mi marca, el único producto que se trae de fuera de Guayaquil es la leche, y quienes ordeñan las vacas son mujeres que, gracias a ese trabajo, ayudan a su familia”, manifiesta orgullosa.

Así, cumple uno de sus objetivos: apoyar un cambio positivo en la vida de las mujeres.

• ¡Queso a la mesa!

El queso es un alimento delicioso y versátil. Tiene muchas bondades para la salud, se considera esencial para el funcionamiento del sistema nervioso y muscular. Como si fuera poco, es rico en vitaminas A y D, que ayudan al cuerpo a absorber el calcio y a mantener los huesos y los dientes sanos.

María Gloria propone algunas maneras sencillas de hacerlo parte de la dieta:

- En familia: Incluir queso en ensaladas, maduro o sopas.

- Entre amigos: En una reunión informal, el queso combina muy bien como un piqueo acompañado de galletas.

- Para San Valentín: Propone una tabla con aceitunas, jamones y chorizos. ¿Con qué acompañarlo? Una copa de buen vino o cerveza.