No hay discusión. Cuando se trata de comercializar un negocio, las redes sociales son una herramienta esencial en el arsenal para el éxito. Estas plataformas se han convertido en una de las vías más rápidas de establecer una voz digital y crear una relación con los usuarios. Además, son tan importantes como los tipos y la variedad de contenidos que publica.

En este mundo digital tan acelerado, el compromiso es primordial y los períodos de atención son cortos. Pero aunque entendemos el poder de las redes sociales y hayamos descifrado el código para ganar likes y seguidores, hay un componente que siempre será variable: la conversión de estos en clientes potenciales que llevan a posibles contratos.

Dada la cantidad de tiempo, esfuerzo y recursos que se invierten en el desarrollo de una presencia en las redes sociales, las empresas esperan ver resultados medibles. Y cuando los esfuerzos no se traducen directamente en una afluencia de clientes o un aumento de las ventas, los vendedores, los empresarios y los aspirantes a influenciadores se ven obligados a salvar la distancia entre lo que parecen ser campañas exitosas en las redes sociales y la falta de respuesta.

¿Una fuerte presencia en las redes sociales equivale automáticamente a ventas? La respuesta puede ser tan confusa como el algoritmo que siempre está cambiando en Instagram.

Los seguidores de las redes sociales no se traducen automáticamente ingresos. Sin embargo, cuando se utilizan con eficacia, lo que ofrecen resulta mucho más valioso: el poder que tienen a la hora de hacer crecer el negocio, establecer relaciones y crear conexiones con personas, independientemente de su ubicación. La plataforma sirve de base para construir una comunidad que ve al otro como un recurso indispensable y que ofrece oportunidades ilimitadas de crecimiento.

El experto

El ecuatoriano David Paz y Miño, asesor de marketing, asegura que quien esté pensando en una carrera a largo plazo, debe poner los contratos laborales por encima de las cifras de redes sociales. “El talento, la constancia y la exposición (en redes) son una buena ecuación para crear contenido de calidad y cultivar una audiencia fiel que te puede hacer conectar con la gente adecuada en el momento adecuado. Si es a corto plazo, es fácil dejarse llevar por métricas de vanidad (likes, views, etc.) que, aunque importantes, no siempre representan el verdadero valor de un artista”.

Resaltó que para tener un balance económico entre estos dos aspectos, hay que contar con una estrategia clara de reconocimiento de marca, de consideración y de venta. “¿Qué vas a hacer con todos los ojos en tu perfil, con los nuevos seguidores y con todas las interacciones en tus posts? Ahí entran las acciones de marketing para convertir a desconocidos en seguidores y a esos seguidores en clientes, priorizando siempre el valor que puedes ofrecer como creador (en este caso siendo músico)”, añade.

Por último, considera que, en un futuro, la autenticidad y simplicidad de celebridades y figuras públicas será lo que más llame la atención y atraiga. “Si bien seremos más y más digitalizados, el factor ‘humano’ nunca se va a perder, más aún en la música, en la que tanto se aprecia el show en vivo. Por eso veo muy necesario armar estrategias en las que lo online y offline se encuentren”, finaliza.

Lavivi habló del tema en Expresiones

Hace unas pocas semanas, EXPRESIONES conversó con la cantante ecuatoriana LaVivi Parra, quien en su entrevista habló de la diferencia que existe entre sus followers y los contratos de trabajo que le llegan. Ante eso, ella aclaró que aunque sabe que las redes sociales son una herramienta de suma importancia en la carrera de cualquier personaje público, ella se queda con la segunda opción, pues es la que la mantiene económicamente y, además, vigente en la escena de música local.