Los Sussex, Harry y Meghan, siguen moviendo fichas para acercarse al núcleo de los Windsor. Su siguiente paso es que quieren permanecer en Navidad en el escocés Sandringham, mano a mano con Carlos III y Camilla. Algunos esperaban a la pareja (o al menos al hijo menor del rey) en las celebraciones del cumpleaños de Carlos III. No se dio.

El siguiente paso en este acercamiento, con reconciliación entre padre e hijo incluida, es la fiesta de fin de año. Por ello ya existen rumores sobre si los Sussex y sus hijos compartirán Sandringham esta Navidad con la familia real.

Para conseguir su objetivo, o dejar mal al rey si se niega, los Sussex han seguido su técnica a través de los medios de comunicación. El periódico The Times publicó que una fuente bien informada y cercana a Buckingham afirmaba que los duques exiliados habían dejado claro que aceptarían de buena gana una invitación navideña.

Quizá los buenos recuerdos que los Windsor han compartido en su fortaleza del este de Inglaterra hace que sea el campo de batalla propicio para firmar también la paz con los Sussex.

Sostienen los medios que Harry aprovechó su llamada de felicitación a su padre por su cumpleaños para sacar el tema e incluso dejarle caer que serían capaces de hasta abandonar Estados Unidos en verano, para pasar unas vacaciones con el resto de la familia en el poco soleado Balmoral.

La noticia de la posible visita navideña de los Sussex ha levantado todo tipo de especulaciones entre los expertos en la casa real británica. Al frente de los más optimistas se encuentra Omid Scobie, autor del polémico libro 'Endgame' (que se publicará el 28 de noviembre), en el que se analiza la relación entre el príncipe Harry y su hermano Guillermo. Para Scobie, la reconciliación de Harry no sólo es posible sino que está cerca, y eso lo ha afirmado en las páginas de la revista People.

(Te invitamos a leer: El príncipe Harry fue invitado a la coronación de su padre)

“Aún hay calidez entre Harry y su padre”, dice en exclusiva para el medio norteamericano, en el que además indica que mientras el vínculo entre Harry y su hermano es posible que se haya roto para siempre, en contraparte el duque de Sussex sigue en contacto con su padre. De hecho, al parecer hasta Meghan Markle continúa manteniendo correspondencia regular con su suegro y le envía fotos de sus nietos.

El Daily Mail comenta que la sugerencia de los Sussex no ha sido bien recibida por el entorno de palacio, que consideran el plan de Harry como un “bombardeo de amor extraño”, después de haber arrastrado el nombre familiar por Netflix. Especialmente cuando en el pasado recibieron invitaciones para Balmoral y Sandringham, que los Sussex rechazaron.

Oficialmente, la última vez que el príncipe Harry vio a su familia y, por supuesto, a su padre fue el día de su coronación. Y la última vez que Meghan Markle puso un pie en una celebración navideña de los Windsor fue en 2018.  

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!