Darle relevancia al consumo saludable del que muchos hablan ahora, ya era habitual en la vida de la quiteña Diana Barriga (37), quien desde Guayaquil emprende en la categoría de bebidas funcionales.

Es hija del homeópata Felipe Barriga, ha pasado por la carrera de Medicina, se graduó en Veterinaria (tiene una especialización en Veterinaria Homeopática) y está casada con el doctor Rafael Serrano, director de Detox Life. Por ello es fácil entender que la salud es el principal tema de conversación con ella.

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Pero hay una faceta de la que también disfruta hablar: la de emprendedora. Empezó en el 2015 con una bebida de kombucha, pero lo tuvo que dejar en pausa cuando llegó la pandemia. No obstante, este año, después de adquirir experiencia con su primer proyecto, se animó a crear un nuevo producto.

Así nace Joyfull, bebida con aminoácidos para la saciedad, cuya producción cuenta con respaldo médico para que pueda ser consumida por cualquier miembro del hogar. “Aportar valor a los hogares debe ser clave en los emprendimientos”, dice respecto a su objetivo de mejorar la calidad de vida de los demás.

Lo de afuera también importa

Antes de lanzar las bebidas funcionales, Diana ya había tenido experiencia en el emprendimiento. En el 2015 se introdujo en el mundo de un fermentado del que se dice favorece el sistema inmunitario y previene el estreñimiento: la kombucha.

Lo preparaba de manera artesanal. Desde la cocina de su casa elaboraba varios sabores que envasaba en botellas de vidrio y vendía en una cadena de supermercados y centro comercial, con una demanda de hasta 800 botellas al mes. Pero por el encierro al que obligó la pandemia de covid-19 detuvo la producción.

Esa experiencia, sin embargo, le sirvió para mejorar en su segundo intento. Entendió, por ejemplo, que la presentación es clave. Dejó de lado la botella de vidrio y la reemplazó por latas. “Además de ser un envase más atractivo, ayuda a mantener los componentes y el sabor”, explica.

Encontrar los sabores

Es válido preguntarse las razones que llevaron a Diana a incursionar en el mundo de las bebidas saludables. Ella afirma que se dejó llevar por su interés como madre, las necesidades que veía en los pacientes de su esposo y el deseo de ayudar a otros a tener hábitos saludables.

En esa conjunción vio un espacio para el desarrollo de un nuevo producto, Joyfull. “Durante el día, todos pasamos por las ganas de ‘picar’ y las saciamos con algo que no es sano. Eso pasa con niños y con adultos”, comenta.

Aprender y aliarse fue clave para cristalizar el proyecto. Con respaldo médico, se diseñó una fórmula con aminoácidos específicos que ofrezca una sensación de saciedad de hasta cuatro horas, pero que, aclara, no reemplaza las comidas.

“Al ser aminoácidos, se tenía que buscar un sabor agradable y a la vez cítrico. Mis hijos de 8 y 13 años decidieron que sea de limón y mandarina. ¡Les encantó!”, recuerda.

Detrás de su propuesta hay todo un estudio y el compromiso de ofrecer una bebida sin azúcar ni cafeína, libre de gluten y sin preservantes, y cuyo lanzamiento tomó un año hasta obtener el registro sanitario.

Diana no piensa quedarse ahí.

Consciente de la tendencia, se alista a entrar en el nicho de mujeres deportistas y distribuirlo en consultorios médicos, gimnasios, farmacias, entre otros.

Los hábitos se cambian en casa...

- Desde niña, Diana se acostumbró a comer de manera saludable. “En casa nunca había una soda en el almuerzo, tampoco nada procesado”, recuerda.

Ya casada y con un hogar formado, implementó los mismos hábitos. Y de manera transversal, esa filosofía en la alimentación también tocó sus emprendimientos.

Consultada por EXPRESIONES sobre algunos consejos básicos para una alimentación saludable, ofrece los siguientes tips, perfectos para quienes tienen niños en casa:

• - Snacks saludables en lugar de dulces. Para los antojos de niños y adultos, reemplace la pizza o papitas fritas, por piqueos saludables como tortillas de verde o yuca, frutos secos y zanahorias cortadas en forma de tiras, entre otras.

• - Más frutas y menos procesados. Deje de lado los jugos procesados. Opte por ingerir una fruta (y si es orgánica, mucho mejor) para aprovechar su fibra y vitaminas.

• - Chao azúcar y gases. Los niños deben tener consigo un termo con agua en lugar de una botella de soda o de bebida energizante.

• - El ejemplo es clave. Abuelos, padres y quienes tienen contacto con los niños deben dar ejemplo y mantener un estilo de vida sano.

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