Alguna vez a Carla Medrano le dijeron que no era buena dibujando, y sin embargo, ya lleva cerca de cinco años diseñando (y confeccionando) vestidos de alta costura bajo la marca que lleva su nombre.

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Su primer contacto con ese mundo de la costura fue en su natal Ambato. Dice que el ser nieta de una modista hizo que cada momento con ella se tradujera en aprendizajes que fue alimentando con su deseo por saber más. Carla sigue recurriendo a ella para que, con la sabiduría que le dan sus 91 años de edad, le dé su punto de vista. “Ella fue quien me enseñó las bases, pero hasta la etapa universitaria no lo veía como carrera”, dice. Y optó por Economía.

Ser buena con los números, a la final, la ayudó a cristalizar su emprendimiento. “Empecé con un capital de $ 15,24… Esa fue mi primera factura para comprar insumos”. Aquello fue en el 2016, empezó con accesorios, luego ropa, y en 2022 viajó a España para aprender alta costura. Hoy sus diseños son como una obra de arte que entrega a sus clientas.

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• DE LA CORONA LA DISEÑO

Cuando le propusieron ser candidata a reina de Ambato, en 2018, dejó de lado la elaboración de accesorios y vestuario que ya estaba emprendiendo y se dedicó a los proyectos sociales.

Ganó y vinieron las obligaciones que asume toda soberana. Pero ni bien entregó la corona, empezó otra vez a trabajar en su marca. “Mi primer pedido fue un vestido para novia, el de las damas y la familia. Era un reto”, recuerda. Pero con ello también vino la oportunidad de generar empleo a costureras.

La incertidumbre que trajo la pandemia la obligó a buscar otros nichos. Además de los vestidos, inició los diseños por tallaje con estilo casual-formal. Al día de hoy ya está presente en dos tiendas multimarcas de Quito (PomaRosa y Kala Concepto).

Ese, confiesa, es un logro del que se siente muy orgullosa. “Los ambateños tenemos sangre emprendedora, nuestra ciudad comercialmente es muy activa... Afortunadamente hay materia prima para elegir , así como mano de obra, y gente con talento”, concluye.

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• EN EL MUNDO DE LAS NOVIAS

Con el afán de perfeccionarse, en el 2022 viajó a Bilbao, España. Estudió en la Escuela de alta costura Javier Barroeta y así fue mejorando sus técnicas de entolado, drapeado y bordado.

“Confeccionar solo un diseño me puede tomar al menos dos meses… La parte de patronaje la hago con las modistas; luego, ellas se encargan de la costura y todo lo que es el entolado y bordado lo hago yo, porque ese es mi sello… “, explica.

Añade que su trabajo también tiene algo de psicóloga. “Me gusta que con mis diseños las chicas se sientan seguras, y más lindas. Hay novias que cuando se prueban el vestido lloran de emoción”.

Sobre los precios, explica que varían según los detalles, el largo del vestido y el velo. Un diseño sencillo puede costar aproximadamente $ 500 y uno más elaborado puede llegar a los $ 2.000.

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• SUS FAVORITOS

Famosa que no esté y que le hubiese gustado vestir: Hubiese sido precioso vestir a Lady Di.

Una famosa actual: Lavinia Valbonesi, la primera dama, porque tiene un estilo súper sobrio.

Un diseño que guarde como tesoro: El que me puse cuando entregué la corona. Tiene la identidad de tres mujeres: mi abuela, mi madre y la mía.

• LA ESCALADA, SU DESFOGUE

El volcán Chimborazo, la cumbre de Imbabura y la de Carihuairazo, así como algunos cerros de la Sierra, son algunas de las rutas que ha escalado Carla.

Para ella cada destino tiene su encanto, y ve el camino recorrido como un verdadero regalo. Esa es su forma no solo de despejar la mente, sino de potenciar Ecuador.

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