De todos los vínculos que formamos a lo largo de nuestra vida, el único que nunca puede romperse es el que tenemos con mamá. Desde el momento en que nacemos, nuestra madre se convierte en nuestra primera conexión con el mundo exterior, en nuestra guía y protectora.

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A lo largo del tiempo, esa relación evoluciona y se transforma, pero su importancia perdura y moldea gran parte de nuestra identidad, en un lazo que trasciende incluso la vida física de la madre.

En el cine, como en la vida, existen madres que, con diferencias y en sus propios contextos, nos enseñan el anhelo universal que tienen de proteger, guiar y amar.

Desde la Marmee de Louisa May Alcott en Mujercitas (1949), quien guía a sus hijas con sabiduría y compasión durante tiempos difíciles, hasta la mamá de Norman Bates en Psicosis, cuyo amor posesivo y complicado desempeña un papel crucial en la trama.

Cada una de estas mujeres refleja el poderoso vínculo que crece con ellas. Hoy le presentamos estas cuatro mamás de Hollywood que quedaron para la historia, tanto por su ternura como por su amor sin barreras.

Mary astor en Mujercitas

Comprensión, fortaleza y mucho carácter. La señora March, interpretada en su primera versión en color por la actriz Mary Astor, es un conjunto de estas bellas características. Mujercitas (Little women, 1949) marcó un precedente al representar a una madre abnegada que guarda en su interior la llama de la rebeldía, la cual transmitió a sus hijas con dulzura y balance.

Ella es una de esas mujeres que en cada enseñanza dejan una huella en el corazón del público, como lo hacen las buenas madres fuera de la ficción.

Meryl Streep, Mamma Mia!

Meryl Streep encarnó en 2008 a la madre más divertida del cine. La alegre Donna es una mujer independiente que, además de administrar un hotel en una isla, es mamá de Sophie, interpretada por Amanda Seyfried. Pese a las tensiones que existen entre ellas, al final reluce el amor incondicional de una madre por su hija.

Lana Turner en Imitación de la Vida

Uno de los clásicos de la Metro-Goldwyn-Mayer es Imitación de la vida (Imitation of life, 1959), dirigida por Douglas Sirk.

Sigue la historia de Lora Meredith, encarnada por Lana Turner, una actriz viuda dedicada a su carrera, y su relación con su hija adolescente, Susi. La mujer conoce a una mujer negra, Annie Johnson, y a su hija Sarah Jane, una mulata de aspecto prácticamente blanco. La producción aborda temas de racismo y desigualdad y se convierte en un doble relato para recordar.

Esta fue la segunda ocasión en la que la novela de la novela homónima de Fannie Hurst llegó a la gran pantalla. La primera fue en 1934, bajo la dirección de John M. Stahl. En esa ocasión, el papel principal correspondió a Claudette Colbert.

Susan Sarandon y Julia Roberts en Quédate a mi Lado

Esta es una historia marcada por la pérdida. Los papeles de Julia Roberts y Susan Sarandon dejan lecciones sobre el perdón, la compasión y la resiliencia. En Quédate a mi lado (Stepmom, 1998), la exitosa fotógrafa Isabel comienza a salir con un hombre divorciado y con dos hijos. Tienen una excelente relación, pero ella debe lidiar con los pequeños, quienes harán todo lo posible para que corten el romance. 

La madre de los chicos es una mujer siempre presente, pero que se encuentra cada vez más débil, pues tiene un tumor que le impide atender a sus hijos como siempre. Ahora es Isabel la que debe empezar a ganar el espacio que la madre biológica pronto dejará, y hacerlo le cuesta algunos sacrificios, como perder su trabajo.

¡Y hasta Norma Bates en Psicosis!

Seguramente usted pensará que Psicósis (1960) no es el título más indicado para recordar el Día de las Madres. Y seguramente tiene razón.

Pero si le damos la vuelta a la historia, es posible concluir que recordar a Norma Louis Bates no es tan descabellado como parece. El personaje (cuya voz en la cinta de 1960 es de Virginia Gregg) no interpreta al modelo de madre que todos tenemos en mente, ¡pero definitivamente se gana un lugar en el top!

La relación con su hijo Norman es muy poco convencional. Ella está muerta y no es más que un cadáver. De hecho, solo vive en la mente de su hijo. Y ese es el punto: a su manera, Norma Luoise Bates siempre está ahí para él para protegerlo, aunque muchos coincidirán que en exceso. ¿Usted qué opina?

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