Daniel Valero, Richard Ambuludi, Ray Domingo y Stanley Cevallos Viteri se han propuesto luchar contra la oligarquía. Están cansados del sistema, de ciertos construcciones sociales. Pero vamos por partes, la situación no es tan política (¿o sí?).

Es más bien la oligarquía de pensamientos y la forma en la que han venido haciendo música. La pandemia los cambió. Fue un ‘reseteo’ de creencias e inspiraciones, por lo que tratar de impresionar quedó en un segundo plano y ahora presentan un disco quizá más simple que Mucho Lote, pero más directo.

Daniel y los Yadas es la banda guayaquileña que pasa por este proceso en su álbum Ollie Garca, el quinto de su carrera.

Los siete tracks de este disco de punk rock tienen entusiasmados a sus cuatro integrantes, quienes le ponen todo el ‘ñeque’ a su promoción y este 12 de marzo tendrán una presentación en el venue limeño Rock and Pez.

En esta entrevista se muestran sin poses y tan desenfadados como lo muestran sus canciones.

Daniel y los Yadas no paran. Casi cada año tienen un disco nuevo. Algo difícil para nuestro medio...

La idea base de este proyecto es hacer. Hacer música es lo que nosotros realmente necesitamos, aunque sabemos que es bastante compleja la industria acá. Incluso encontrar lugares donde tocar. Pero nos buscamos cómo hacer canciones.

Sabemos que la pandemia movió muchas piezas para los artistas locales. Se atrasaron proyectos, nacieron otros. ¿Qué tan influenciado está Ollie Garca por este hecho?

Tuvo un impacto muy fuerte, sobre todo en la composición. Nuestro disco anterior, Mucho Lote (2020), fue el experimento más grande que hemos hecho. Formaron parte varios instrumentistas extranjeros. Tocó gente de Inglaterra y Francia. Le pusimos mucha fuerza y queríamos demostrar lo valiosos que somos como músicos. Todos en la banda tenemos estudios académicos y quizá queríamos dar un poco de brillo a esos talentos.

Y todo lo que pasó les cortó la oportunidad de sacarle provecho al disco.

Sí. ¡Fue muy mala para nosotros!

¿Y por qué no continuar con ese proyecto luego de que se abrió todo?

Porque decidimos reevaluar todo lo que habíamos hecho y también personalmente. Tuvimos un proceso de introspección y nos cuestionamos si estamos haciendo música para la gente o para los críticos. Con Mucho Lote entramos a la preselección de los Latin Grammy. Así que también fue un cuestionarnos si hacemos música solo para que los Grammy nos respeten. Después de la pandemia, decidimos dejar algo claro: lo importante es ser feliz.

¿Y cómo describen lo que ocurre con su sonido?

Le llamo una involución voluntaria. Cuando escuchas Ollie Garca y lo comparas con Mucho Lote es como que volvimos a nuestro primer disco. Es un trabajo muy orgánico, no lleva piano. Es simple, solo con guitarra.

Ollie Garca suena a música de garaje, a una banda que está ensayando y cierto grado de inmadurez y rebeldía.

Fue así. Nos sentimos adolescentes grabándolo. Ese era el ejercicio que queríamos y nos dimos cuenta cuando ya estaban los demos. Terminábamos los ensayos súper relajados.

¿Cómo se sintió este ejercicio de hacer las cosas más simples?

Justamente el despojarnos del qué dirán, del qué van a decir. En esta instancia de los Latin Grammy, y también en la gira que tuvimos por Argentina, conocimos productores, gente que ya te tiene en la mira. Fue quitarnos esa idea de que volvíamos a hacer música para muchachos. Y en realidad solo era una autocrítica adelantándonos. Si me lo preguntas objetivamente, estamos subutilizando nuestras capacidades. Estamos aquí un guitarrista de jazz, por ejemplo.

Pero hacer punk no es menos…

Sí, tienes razón. Pero ese es el asunto.

La canción que abre el disco se llama Don Cojudo. ¿Todo el país es esta persona cada vez que hay elecciones?

Sí. Somos esas personas que a veces no aceptamos algunas oportunidades, pero también son esos otros los que tampoco cumplen lo que deberían.

Ustedes que se dedican a la par a las ventas o a la docencia, ¿qué mensaje les deja presentar este disco?

Que hay que hacer lo que nos gusta. Que puedes ser un exitoso ‘lobo’ de Wall Street, pero si no te llena tienes que buscarlo.

Antes de terminar la entrevista, ¿hay alguna indirecta en el disco?

(Risas) Hay y no hay, según como lo tomen. Este disco es bastante contestatario y directo. Un ejemplo es Ahora soy Karen.

El proyecto secreto

Ollie Garca no solo es un álbum musical. Daniel y los Yadas preparan mucho material audiovisual para una segunda etapa basada en este disco.

Aunque con un poquito de recelo, Daniel Valero y los otros integrantes dan una pista de lo que preparan. “Vamos a utilizar las mismas canciones del disco y tendremos mucho material audiovisual, algo transmedia”.