El Coliseo Voltaire Paladines Polo no es un lugar convencional para una cita romántica. Aun así, más de tres mil personas no les importó acudir con sus mejores atuendos. Era un encuentro especial, con una mezcla de sentencia final y de agradecimiento por el provenir. Un final previamente anunciado duele menos, quizá por eso los presentes prefirieron ser felices con las canciones que CNCO tenían para ellos.

La boyband latina ha estado activa por ochos años y, tras tomar la decisión de separarse para buscar nuevas oportunidades laborales y el crecimiento personal, decidió emprender una de las giras más largas de su carrera. Última cita es el nombre de este tour que empezó el pasado mes de mayo y con la que recorrerán 12 países con más de 20 fechas.

Por Ecuador Richard Camacho, Zabdiel de Jesús, Erick Brian Colón y Christopher Vélez visitaron tres ciudades: Quito, Cuenca y Guayaquil, con más de 10 mil personas en sus presentaciones.

La despedida estuvo llena de música y también de conversaciones difíciles, como si se tratara de una ruptura amorosa. Cada cinco canciones, en promedio, los cuatro integrantes iniciaban el diálogo con sus ‘cncowners’ (como llaman a sus fans). Recuerdos, virtudes y agradecimientos. La historia fue larga e intensa y por eso la repasaron casi que de forma cronológica.

Tras la cuenta regresiva que los anunció al salir del escenario, sonó Reguetón lento, el single con el que se dieron a conocer a escala global. Incluso grabaron un remix con la girlband inglesa Little Mix, cantado en inglés.

Zabdiel de Jesús se tomó un momento para recordarle a todo el auditorio que el que ellos estén al frente cantándoles es su decisión. “Gracias a ustedes que están con nosotros desde el principio. Y no desde Primera cita (su primer disco), de mucho antes, desde La Banda. Gracias por haber votado por nosotros”.

Ellos no olvidan que en 2016 eran unos adolescentes con un sueño de vivir de la música, y que tras ganar el reality de Univisión, se convirtieron en íconos latinos.

Las tres primeras filas estaban llenas de los clubes de fans. Sus carteles, en ocasiones bloqueaba la visibilidad de los que venían detrás, pero esto solo era parte de la anécdota y de llamar la atención de los chicos por última vez.

Entre los integrantes, la camaradería se mantiene en el escenario, aunque cada quien lleva sus pasos, su espacio y sabe qué debe hacer frente al público. La improvisación quedó un poco de lado, pero esto ayudó a que se lucieran con sus coreografías, las cuales hasta el equipo técnico las imitaba desde los costados.

De este concierto en Guayaquil, vale resaltar el escenario de CNCO, uno de los más llamativos y destacados entre los shows que ha tenido la ciudad este año.

Aunque el recinto es mediano, su puesta en escena es de total talla internacional. Con propuesta y conceptos claros, en los que cada visual expuesto ayudó a los asistentes a introducirse en el sentimiento de las 35 canciones que interpretaron.

La banda tuvo dos cambios de vestuario. Aparecieron al inicio totalmente de negro, con materiales de cuero, lo cual no les impidió demostrar su swing.

“Está heavy el calor aquí “, recordó el intérprete. Y tenía razón. Dentro del Coliseo Voltaire Paladines Polo, la humedad hizo de las suyas.

En la segunda mitad del espectáculo, los chicos salieron vestidos de plateado. Mientras estaban cambiando sus atuendos, llegó el momento nostálgico. Una serie de declaraciones en video elevaron los sentimientos de los presentes. Los niños que se conocieron en el reality se despedían definitivamente de Ecuador.

“Todo lo que hicimos fue por ustedes y para ustedes”, señaló el lojano Christopher Vélez, quien al cantar La última canción, la misma que sacaron como despedida, estuvo a punto de llorar. ”Que lo qué”, preguntó Richard, su frase característica para alegrar a la muchedumbre. La misma que diría por última vez como CNCO.

Con el tema Hey DJ fue el cierre musical. Con bandera de Ecuador en mano y un aplauso infinito, agradecieron al país. Los jóvenes, que ahora buscarán su rumbo en solitario en la industria musical, prometieron llevar en su mente a CNCO para siempre al igual que las sonrisas de cada uno de sus fans.