Al estrenarse en Estados Unidos las cintas Barbie y Oppenheimer, internet creó una palabra que ahora forma parte del léxico cinematográfico: ‘barheimer’. Esto se da porque ambas salieron el mismo día y, para el asombro de todos, la vida del científico ganó $ 900 millones.

En Ecuador no le fue tan bien, pero al menos no vivió el bochorno de Los asesinos de la Luna, producción que ya es considerada un clásico pero cuyos afiches desaparecieron inesperadamente debido a su escasa concurrencia. Esa película está en la nómina de las mejores del 2023 y está candidatizada a los Globos de Oro. Ganó el Premio de la Crítica, pero en nuestro país vivió días sin gloria y mucha pena.

Le fue bien a Sonidos de libertad, pero no tanto como en el extranjero. Netflix estrenó decenas de producciones, de las cuales escogimos las mejores.

Barbie

El dato: La cinta ya está disponible en las plataformas digitales. HBO es la empresa que la transmite de manera online en Ecuador

En la edición de ayer, bajo el título La taquilla se impone frente al arte, se mostraron sus cualidades y taquillaje. En la actualidad ocupa un segundo lugar, pero en muchas partes del mundo es la primera. Todo un fenómeno dentro de la cultura popular.

Elementos

El dato:

Ocupa el décimo lugar entre las cintas más vistas en Ecuador: 394.989 espectadores.

La historia dice que en la ciudad futurista de los Elementos conviven la Tierra, el Aire, el Agua y el Fuego. Dos de sus habitantes han entrelazado manos. Ella es Ember, de la Tierra del Fuego, y él es Wade, formado con agua. Pero el fuego y el agua no son precisamente amigos. ¿Qué hacer? Bueno, habrá que luchar contra los prejuicios

Disney y Pixar crearon un largometraje audaz, pero manteniendo sus reflexiones y emociones en forma convincente. Visualmente creativa, preserva el aspecto sentimental que Pixar mezcla en sus películas. También sirve para mostrar las experiencias de los inmigrantes, seres humanos que van en pos de sus sueños. Habla del concepto de familia y las relaciones actuales entre padres e hijos.

En lo técnico, su animación es deslumbrante, amén de la belleza de su entorno. Asombra la utilización de planos, especialmente los ‘close up’ de los personajes. Imagen extraordinaria es la concepción del fuego cual alma y cuerpo de Ember y sus cabellos al viento, son trucos de magia, así como su cuerpo que, en sí, es fuego carnal. Las canciones son buenas y seguramente alguna de ellas ingresará a la nómina de los próximos premios Óscar.

Elementos es la historia de Romeo y Julieta, pero analizada a través de situaciones de razas, costumbres y prejuicios.

Oppenheimer

El dato: Oppenheimer ha recaudado $ 900 millones en el mundo entero. Ecuador, supongo, fue la excepción.

Obra maestra que entusiasmó a los adultos, aunque no a tantos como para llevarla al listado que se publicó ayer, pero sí lo suficiente como para volver a poner sobre el tapete el tema de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Permite ver al brillante científico Julius Robert Oppenheimer (1904-1967, interpretado por Cillian Murphy de la serie Peaky Blinders) aceptar el puesto ofrecido en el Proyecto Manhattan, para crear y construir un arma que le permitirá a su país, Estados Unidos, vencer a Japón, dueño del Pacífico.

Filmada con cámaras IMAX, las imágenes llegan nítidas, incluso las secuencias en blanco y negro, algo que por primera vez se logra. El ritmo de la cinta varía y a momentos el diálogo sobrepasa la imagen para convertirse en lección de una historia que podría ser lejana, pero no para quienes leyeron los hechos aquí narrados.

Christopher Nolan reafirma su capacidad de director, apoyado en su propio guion, y al hacerlo crea una película que enaltece la industria del cine. Él ha dejado en la mesa su nombre para la semana de los Globos de Oro y en marzo los premios Óscar.

La secuencia cuando explota la bomba atómica demuestra la habilidad con que se ha manejado el sonido: la bomba de prueba lo hace en silencio para los espectadores y, cuando ha terminado su resplandor, estalla a todo volumen el dantesco fuego. Entonces la música suena para hacer entender al cinéfilo que se ha llegado al infierno.

Sonidos de libertad

El dato: Se ubica en el octavo lugar de las boleterías nacionales, con 415.949 espectadores. La taquilla mundial asciende a 248’029.767 dólares.

Fue la película más controversial del año. Para el gran público, es una visión profunda de lo más siniestro que puede tener el ser humano. La historia narra el hecho de un padre hondureño y empobrecido que acepta la propuesta de una ‘modelo’ de que enrole a sus pequeñuelos con la expectativa de que ingresen al mundo del espectáculo. Pero terminan desapareciendo. Más tarde, Tim Ballard (Jim Caviezel), agente especial, descubre que los niños fueron llevados a Colombia y vendidos como esclavos sexuales.

Se han visto filmes sobre drogas, prostitución, alcoholismo, pero solo una sobre la explotación sexual de la niñez. Y, al crearla, dejan en la mente una denuncia candente, amarga y el deseo de que, a través de alguna ley inexorable, mortífero sea el destino final de este tipo de criminales.

La dirección flaquea a momentos y el libreto pudo ser más descriptivo en cuanto a los personajes, pero queda una oración contundente, dicha por Ballard: “He apresado a muchos pedófilos, pero jamás he rescatado a una de las víctimas”.

Sonidos del silencio es cruda, a momentos tendrá usted ganas de abandonar el cine. No lo haga, por favor, el mensaje es potente, cáustico y cerebral.

Los asesinos de la luna

Años 20 del siglo pasado. El petróleo descubierto hace rica a la nación llamada Osage, donde la mayoría de sus habitantes son nativos de esa parte de América, futuro estado de Oklahoma. La riqueza atrae a pillos de raza blanca y su actitud los lleva a enfrentamientos con el FBI. Entre ellos, Ernest Burkhart (Leonardo DiCaprio) y William King Hale (Robert De Niro). Surge el amor cuando Ernest conoce a Mollie (Lily Gladstone).

Martin Scorsese es, sin lugar a dudas, el conductor perfecto para esta sinfonía ejecutada con destreza visual, un clásico llamado a estar presente en marzo del 2024, mes de los premios Óscar. A su 80 años, sigue siendo el maestro del oficio, de la narrativa y muestra con sobriedad y estilo un análisis de la codicia y la corrupción, hasta convertirla en “metáfora desgarradora sobre la crueldad del destino”, dijo la crítica estadounidense.

En la solidez que muestra su brillante elenco, sobresalen DiCaprio, De Niro y Lily Gladstone. El libreto hace que los diálogos sean estremecedores, con frases que demuestran la maldad que puede albergar el corazón humano, todo ello envuelto en la historia de un pueblo arruinado por la mala fe. La banda sonora, creada por Robbie Robertson (1943-2023), es llamativa y sutil.

Lo mejor de las plataformas

Con la proliferación de plataformas del entretenimiento se puede admirar muchísimas obras fílmicas. Lamentablemente, no hay tiempo para verlas todas, así que he seleccionado Netflix por ser la más popular.

• Beckham, espejo de un jugador. 

Es uno de los mejores documentales (ya está compitiendo por un galardón) sobre figuras deportivas. El director y la edición la han presentado por capítulos: La patada, El rojo de la pasión, Goldenballs y ¿Qué persigue David?

Más que un documental, es un melodrama envuelto en el deporte más popular del mundo, el fútbol. Mientras va revelándose la historia de David Beckham, aparecen fotogramas y videos de su niñez y adolescencia, hasta sus triunfos y frustraciones. Conforme lo van presentando, el espectador empieza a dibujarse, mentalmente, lo que debe ser en la vida real este jugador: tranquilo, dominándose en lo posible, buen padre, amante de su mujer y capeando con certeza sus crisis emocionales, profesionales y sentimentales,

La ventaja y mérito del documental es que ha logrado captar la esencia de un ser humano que juega o jugaba fútbol. Si los ojos son el espejo del alma, este es el espejo humano de un deportista.

• El asesino. 

Siguiendo la fórmula de las series, este ‘filme’ llega en episodios: París, el objetivo; Santo Domingo, el escondite; Nueva Orleáns, el abogado; Florida, el bruto; Nueva York, la experta; Chicago, el cliente; y Santo Domingo, el epílogo. Todos dejan ver sangre y violencia, dramatismo e intrigas, pero siempre con suspenso y acritud.

El homicida (Michael Fassbender), francotirador y sicario, no logra en París dar en el blanco y mata accidentalmente a la prostituta que acompañaba a su objetivo. Huye de la escena del crimen y comienza la odisea.

La película no tiene mayores diálogos, son más bien soliloquios que desnudan el cerebro de los personajes, incluyendo los secundarios. Vean el trabajo actoral del chofer que lleva al asesino al lugar buscado.

David Fincher, su director, pone al espectador en el banquillo de los testigos y, con esa actitud, se llega a imaginar cómo es la existencia de un asesino.

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