Faltan pocas semanas para que Aquiles Álvarez se siente en el sillón de Olmedo y desde allí comience a poner en marcha planes estratégicos que beneficien a Guayaquil en temas de turismo, seguridad y urbanismo; que a decir de la ciudadanía son las deudas pendientes en la ciudad. Expertos de estos sectores, consultados por EXPRESO, dan propuestas de los trabajos con los que creen que el alcalde electo deberá iniciar su administración.

Daniel Molina, analista y consultor político, expresa que Álvarez debería enfocarse desde el primer día en generar cambios con estrategias en comercio y turismo. “Hay bastantes expectativas con él y tiene que entrar con fuerza, sobre todo en la reactivación del comercio de Guayaquil, que ha sido duramente golpeada por la inseguridad, al igual que el turismo. Es necesario que comande la mesa de seguridad, exigiendo al Gobierno resultados, equipos e inversión”.

Además, enfatiza en que una de las áreas débiles que deberían trabajarse son los proyectos sociales. “Debe enfocarse en planes duraderos y sustentables para llevar obras a los lugares más necesitados. Hay lugares sin alcantarillado, pero con piscinas y juegos, eso es incorrecto. No es lo más conveniente. También debe ejecutar planes sociales enfocados en los jóvenes para que no caigan en pandillas o en las garras de las bandas. Para ello, debe ofrecerles oportunidades a través de capacitaciones y educación, que se puede”, sostiene.

Este pensamiento social también lo comparte el analista político Oswaldo Moreno, quien cree que el nuevo alcalde debe trabajar en los barrios, comunidades y las parroquias rurales, ayudando a los jóvenes con adicciones, “el semillero de la delincuencia”.

Con relación al turismo, Jorge Mori, consultor de destinos y asesor de gobiernos locales, manifiesta que se debe formular un plan de desarrollo turístico integral en la ciudad. “No existe desde hace 30 años un plan maestro de turismo en el cual se haga un diagnóstico; primero, para identificar los puntos críticos, y segundo, para generar estrategias de desarrollo y reactivación turística. El nuevo alcalde debe hacerlo de manera participativa, involucrando a la ciudadanía, y a todos los que trabajan en el sector, desde hoteleros, operadores y agentes de conservación ambiental”, manifiesta.

“Este nuevo plan de desarrollo turístico debe contar con líneas estratégicas como un rebranding con la nueva marca de ciudad. Debe pensar en generar eventos internacionales, y convertir a Guayaquil en capital de conciertos internacionales en Ecuador. Además de realizar un observatorio para intercambiar información con Cuenca, Quito, Loja para identificar los mercados, y saber por qué los ecuatorianos no vienen a la ciudad”, concluye Mori.

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En un reportaje anterior, a través de las voces de los expertos en materia de turismo, quedó asentado, ya que Guayaquil, a diferencia de otras ciudades como Manta, Cuenca, Ambato, Quito o la Ruta del Spondylus, en la provincia de Santa Elena, no es visitada para hacer turismo; puesto que las opciones para distraerse al aire libre o en los espacios públicos es limitada.

“Me encantaría que haya actividades en el parque Samanes, que el malecón Lineal esté vivo y tenga opciones para entretenerse; me encantaría ver a Las Peñas viva y segura; y al cerro Santa Ana, zona aledaña, con una vida similar, al menos un poquito, a su vecino el Puerto Santa Ana. Ahí hay un contraste abismal. Y esas diferencias locales son las que ya no deben existir. El alcalde electo debe intervenir sí o sí...”, se quejó Alicia Maldonado, guayaquileña.

Desde el sector arquitectónico y urbanístico también se hacen propuestas. Héctor Hugo, arquitecto y catedrático, propone cambios en la urbe como el terreno del actual aeropuerto de Guayaquil, una vez que se mueva a Daular. “Debe convertirse íntegramente en un parque municipal y modificar el cuadro de edificaciones y construcciones del entorno externo al terreno, para incrementar el coeficiente de suelo, permitiendo la construcción de edificios y rascacielos. Además, se debe pensar en planificar un parque municipal en el sur, de condiciones similares al parque Samanes, a fin de coadyuvar al déficit de áreas de recreación activa y pasiva en ese sector”, comparte el especialista.

Asimismo, Ricardo Pozo Urquizo, arquitecto y coordinador del Observatorio Urbano y Territorial de la Universidad Católica Santiago de Guayaquil, cree que el nuevo burgomaestre deberá revisar todo lo que se ha construido, y desarrollado en cuestiones de planificación urbana para crear un plan maestro de urbanismo en el Puerto Principal.

“Convocar a varios sectores para elaborar este plan maestro que sea sostenible y resiliente. Arquitectos, técnicos, ingenieros civiles, abogados… deben armar un equipo estrella que conozcan la ciudad y el desarrollo. Luego de elaborar un diagnóstico y revisar los informes, hay que incorporar personal capacitado para tratar temas complejos y sugerir la tecnología que se necesita. Con eso, Guayaquil podrá avanzar”, relata.