Los laboratorios, pasillos y talleres de varias universidades privadas de Guayaquil y Samborondón, de a poco recobran la vida que la pandemia por la COVID-19 les robó en marzo de 2020.

Desde el lunes pasado, los estudiantes han regresado a clases presenciales. Lo hacen en número reducido, de manera voluntaria y progresiva, cumpliendo con el aforo permitido por el COE nacional y cantonal (30 %), en medio de estrictas medidas sanitarias y de bioseguridad.

En cambio, los centros de estudios públicos como la Universidad de Guayaquil, de Las Artes, Agraria y la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol) aún no tienen fecha de retorno; a pesar de que los estudiantes quieren volver a las aulas, luego de 15 meses de estar lidiando con la virtualidad desde casa, con las complicaciones que eso demanda por la falta de conectividad y equipos tecnológicos en los hogares. Para hacerlo exigen un plan seguro que deberán implementar las instituciones educativas, un tema que hasta el momento transcurre a paso lento.

Los centros privados han priorizado las prácticas de sus estudiantes en este reencuentro entre compañeros y maestros. Así por ejemplo, la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES) , cuyo campus está en la vía Samborondón, acoge a alumnos de las carreras de Medicina, Odontología y Nutrición, que acuden a los laboratorios equipados con simuladores y materiales tecnológicos.

“No es lo mismo recibir desde casa una clase teórica a través de plataformas digitales, que hacerlo en el sitio, con la práctica, a través de la cual experimentamos situaciones que nos servirán cuando ejerzamos la profesión”, dijo Alejandra Ulloa, estudiante de Odontología, mientras realizaba una endodoncia con la ayuda de un muñeco simulador.

Los estudiantes de las carreras de Ingeniería y Arquitectura, así como los de posgrado irán retornando desde la próxima semana, informó Eliana Molina, vicerrectora académica de la UEES, cuya entidad cuenta con 10.000 alumnos, de los cuales un 40 % asiste a la presencialidad con horarios establecidos y reducidos para cumplir con el distanciamiento.

La Universidad Politécnica Salesiana (UPS), sede Guayaquil, también recibe estudiantes de las carreras Biotecnología e Ingeniería Ambiental para prácticas presenciales en los laboratorios del campus María Auxiliadora, en vía a la costa.

“Sentimos satisfacción de empezar a recuperar el tiempo perdido; es esencial que los chicos contrasten lo teórico con lo práctico. Además, estas actividades los motiva”, indicó José Luis Ballesteros, director de la carrera de Biotecnología.

En cambio, Julio Clemente, estudiante de la carrera de Ingeniería Ambiental, dijo sentirse a gusto con el orden y la forma en que se maneja el retorno.

Mientras unos campus retornan, otros se preparan para dar este paso, como ha publicado EXPRESO.

El Tecnológico Universitario Argos abrirá su campus La Aurora, ubicado en el sector del mismo nombre, el próximo 14 de junio, para recibir a 51 estudiantes, repartidos en tres jornadas. Ellos han confirmado su asistencia a talleres y laboratorios para realizar las prácticas.

José Calderón, rector de la institución que cuenta con 600 estudiantes, informó que las clases se desarrollarán de manera híbrida; es decir, el profesor se conectará para que los estudiantes que estén en casa reciban las mismas asignaturas que están viendo aquellos que se encuentran en el aula. Para ello, cada salón cuenta con una computadora y cámara que permite proyectar lo que el profesor está enseñando.

“Con ello evitamos que haya diferenciación entre los estudiantes que están en la presencialidad con aquellos que aún no lo estén”, resaltó Calderón.

Ecotec también recibirá estudiantes el próximo lunes en el campus Samborondón; el 21 en el de la costa y el 28 en el de la Juan Tanca Marengo.

La Espol, la Universidad de Las Artes y la Agraria trabajan para un pronto retorno, que ha sido un pedido constante de miles de estudiantes.

En la Universidad de Guayaquil se habla de volver a las aulas en el segundo ciclo académico que empieza entre octubre y noviembre. Pero es poco lo que se ha hecho para ofrecer seguridad a quienes quieran volver al aula. La entidad es un punto de vacunación contra la COVID-19.

“Queremos volver a la universidad, pero las autoridades aún no tienen un plan que nos garantice seguridad. Sin eso es imposible volver”, puntualizó Jimmy Jordán, estudiante de Medicina.

Augusto Rodríguez, estudiante de Ingeniería en Telecomunicaciones de la Espol, también quiere retornar a las aulas. “La universidad sí se ha preocupado de que las clases en línea se desarrollen de la mejor manera; pero creo que sí es importante que las prácticas se desarrollen en los laboratorios que cuentan con los equipos que se requieren para obtener un mejor conocimiento. Una clase práctica es algo complicado seguirla a través de la pantalla”, puntualizó.