El anuncio de disminución en robos, secuestros y muertes violentas durante las últimas semanas tras el decreto de estado de excepción, no se ve reflejado en instituciones educativas de la ciudad, algunas de las cuales han sufrido robos durante los últimos días.

La no presencialidad en los colegios hace que las unidades educativas se encuentren sin docentes y alumnos, desde el pasado 9 de enero, cuando el Ministerio de Educación anunció que las clases se realizarán de manera telemática por la situación de inseguridad que vive el país.

Hilario Beltrán, dirigente de la Unión Nacional de Educadores (UNE), reveló a EXPRESO que, al menos, 7 unidades educativas han sido asaltadas entre el 10 y el 20 de enero, en Guayaquil. “Conocemos que delincuentes y consumidores se han metido a al menos siete instituciones: dos colegios de la isla Trinitaria, dos en Fertisa, uno de Monte Sinaí, otro en la Carlos Julio Arosemena y el último en Las Orquídeas. Definitivamente, se necesita más seguridad”, dijo el docente.  

“Fue a plena luz del día. Los delincuentes se llevaron libros, aires acondicionados, computadoras y cuando iban a seguir con el robo, el vecindario se percató y salieron corriendo”, contó José Gómez (identidad protegida), un vecino de Las Orquídeas, donde se sitúa el campamento del colegio Dolores Cacuango, donde se registró el último robo el pasado sábado 20 de enero, alrededor de las 12:00.

En la zona, los moradores prefieren hablar poco por el miedo a las represalias que puedan tener por parte de delincuentes. La ciudadanía asegura que no es primera vez que ingresan a ese colegio. “Ese día robaron, pero días anteriores, se habían metido en la madrugada a fumar y a dormir. Como el sitio está abandonado, los delincuentes y consumidores se creen los dueños. Capaz y el robo viene desde hace días, pero recién nos percatamos”, decía José, quien vive a pocos metros del sitio que luce descuidado por el abandono.

Los delincuentes habrían forzado las puertas para poder llevarse decenas de textos escolares, computadoras, aire acondicionado, cables, entre otros insumos que lograron sacar del sitio; sin embargo, dejaron botada una impresora que un grupo de vecinos impidió que se roben.

“No es la primera vez que se meten a robar aquí. En plena pandemia también, pero ahí sí la desvalijaron completamente. Esta escuela es blanco de los delincuentes y nosotros como vecinos también sufrimos daños colaterales”, añadió el ciudadano.

En anteriores reportajes, EXPRESO contó sobre el mal estado de la institución. De hecho, decenas de padres de familias se quejaron porque los menores estudiaban en condiciones no adecuadas.

En el recorrido que realizó un equipo periodístico de este Diario, la tarde de ayer, se evidenció que el problema se mantiene. La pintura luce en mal estado, las paredes deterioradas y muchas bancas destartaladas y rotas.

Por otra parte, el pasado viernes 12 de enero, en la Unidad Educativa Juan Montalvo, ubicada en la avenida Carlos Julio Arosemena, se registró otro asalto. En este punto el robo fue menor, sin embargo, eso provocó que el colegio se quedara a oscuras. Según se conoció, del establecimiento también se llevaron aires acondicionados, libros y hasta llaves de los lavaderos de los baños.

“Los ladrones tuvieron tiempo de desinstalar los aires. Los delincuentes parece que entran y salen y nadie se da cuenta”, dijo Paúl Arboleda, un padre de familia de la institución.

EXPRESO solicitó información al Ministerio de Educación sobre los ataques sufridos a los dos planteles educativos, además de pedir una entrevista para conocer qué planes se están ejecutando para evitar estos robos y qué medidas de seguridad se aplicarán al respecto, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.

Jorge Escala, expresidente de la UNE, considera que las autoridades son también responsables de esta situación. “¿Quién resguarda los colegios? Nadie. Ese es el grave problema. Antes había conserjes que en algo ayudaban, pero ahora ya ni eso. Los colegios quedan indefensos y sin guardianía”, dijo enérgico el docente al considerar que la falta de presupuesto afecta a la seguridad de los planteles. “Rechazamos la actitud indiferente del Ministro de Educación, hay un déficit en la partida presupuestaria. Los colegios también deben ser cuidados y restaurados”, reclamó Escala. Espera que las autoridades tomen más medidas de seguridad para evitar más robos.

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