Con un ojo abierto, el otro cerrado y debajo de las camas para sentirse seguros, así duermen los habitantes de Socio Vivienda 2, ante la ‘lluvia’ de balas que se ha desatado en el plan habitacional ubicado al noroeste porteño, que la noche del martes 30 de agosto de 2022, fue nuevamente escenario de un tiroteo.

Los moradores atribuyen esas balaceras a integrantes de las bandas de Los Tiguerones y Los Lobos, que se disputan el dominio del territorio.

“Volvimos a clases virtuales. Las madres mandan audios llorando, ellas y sus hijos están con temor; duermen en el piso por el miedo de que una bala les caiga”, manifestó un docente que pidió la reserva de su identidad ante el peligro de la zona, quien trabaja en un plantel del mencionado sector.

José, otro habitante del lugar, asegura que cuando ocurren los ataques deben lanzarse al piso junto con su familia, como si fuera una película del Viejo Oeste.

Una vecina sostiene que le duele ver a niños con fusiles. Ella trabaja en casas y cuando se le hace tarde prefiere quedarse donde sus empleadores.

“Algunos moradores han optado por alquilar en otros lados e irse de acá. Otros se llevaron a sus hijos a otras cooperativas como la Janeth Toral, Ciudad de Dios, etcétera. Ya no quieren estar en sobresalto”.

Un video que se hizo viral en redes sociales da cuenta del temor con el que viven todos los días los habitantes. En las imágenes se observa a un hombre que dispara con un arma de fuego tipo fusil, en medio de insultos y la carrera que emprende otro sujeto. La Policía reportó que un niño de 10 años resultó herido, en una cooperativa cercana a Socio Vivienda 2, como consecuencia del tiroteo. Tras un operativo, la policía detuvo a cuatro hombres y encontró 15 indicios balísticos. La comunidad aseguró que escucharon unos 50 balazos.

La tarde del jueves 1 de septiembre se informó de la detención de siete hombres, uno de ellos adolescentes, implicados en una emboscada a elementos policiales. Como indicios se recopilaron ocho vainas percutidas, 24 cartuchos, una alimentadora, un chaleco balístico, una motocicleta Suzuki blanca de placas JC913A, y otra de color negro de placa IP379A, reportada como robada.

El sitio es conocido desde su creación por la violencia que desatan grupos delictivos que están apoderados del plan habitacional, que ha sido intervenido en repetidas ocasiones, lo que no ha dado los resultados que esperan sus habitantes y la comunidad.

Socio Vivienda es parte del distrito Nueva Prosperina, considerado el más violento de la Zona 8. Según datos policiales, la violencia se ha incrementado en la zona en un 280 %. A nivel nacional rebasaría al cantón Quevedo, provincia de Los Ríos. Solo la ciudad de Esmeraldas lo superaría.

Flor de Bastión, bloque 2, también es parte de este distrito y, a las 13:00 del 1 de septiembre, acribillaron a Joseph Barrios, Jhon Peralta y Dilmer Ortiz. Una cuarta persona resultó herida. Los dos primeros registran antecedentes penales.

Los hechos ocurren en medio de un estado de excepción, que rige desde el pasado 14 de agosto, para la Zona 8 (la integran los cantones Guayaquil, Durán y Samborondón), cuyo objetivo es tomar el “control de la ciudad”, como así lo publicó en su cuenta de Twitter el presidente Guillermo Lasso.

Pero, a pesar de eso, la criminalidad sigue imparable. El pasado miércoles, la alcaldesa Cynthia Viteri reveló el secuestro que había sufrido un empresario, quien fue abordado por delincuentes en un falso operativo policial que se había apostado en el cerro de El Carmen, con dirección sur-norte.

Los antisociales llevaron a la fuerza a la víctima y su chofer hasta su domicilio, en una urbanización de Samborondón, donde ingresaron hasta afuera de su vivienda, pero no pudieron lograr su cometido que, según la policía, era robar en el domicilio. Sin embargo, los antisociales se llevaron nuevamente al empresario con la amenaza de hacerlo explotar con un cinturón que le habían colocado, pero que finalmente no tenía explosivos.

La tarde de ayer, una nueva amenaza de bomba en el Cuartel Modelo alteró al sector, pero no pasó a mayores.