Despedir el año con la quema de monigotes y fuegos artificiales es parte de una tradición enraizada en nuestro país;especialmente en Guayaquil, la ciudad puerto que -desde mediados de diciembre- se convierte en una vitrina para la exhibición de los denominados años viejos, la mayoría de ellos, extraordinarias creaciones artesanales. Si bien, la población busca mantener esa tradición, a pesar de los riesgos que representa;las autoridades y organismos de socorro toman medidas para evitar que existan desgracias antes, durante y después de la quema de los muñecos.

Tanto en Quito como en Guayaquil se iniciaron campañas para prevenir el mal uso y manejo de juegos pirotécnicos y evitar que la quema de monigotes se convierta en un problema de salud y riesgo para la infraestructura de la ciudad.

Entidades como la Intendencia de Pichincha junto a la Agencia Metropolitana de Control (AMC) y la Secretaría de Seguridad del Municipio intensificaron esta semana los operativos que, hasta el miércoles, dejaron 1.300 productos de pirotecnia retirados del mercado.

Andrea Jiménez, directora metropolitana de Inspección de la AMC, recordó a EXPRESO que la pirotecnia como tal no está prohibida siempre que quien la comercialice cuente con los permisos de Fuerzas Armadas, la Licencia Metropolitana Única para el Ejercicio de Actividades Económicas (LUAE) y Permiso Único de Comercio Autónomo (PUCA).

“Si el establecimiento comercial no tiene la LUAE para pirotecnia, la multa va de 10 a 15 salarios básicos unificados y se puede disponer la clausura. Para los trabajadores autónomos sin permisos, la sanción es del 50 % del salario”, señaló.

Carolina Rodríguez preferiría que la pirotecnia sea prohibida. Asegura que nunca le gustó, pero su animadversión aumentó luego de que acudió con su hija de dos años al encendido de luces de Navidad en un centro comercial del norte de la ciudad.

“Todo iba bien, el evento fue emotivo porque era la primera vez que salía con la nena a un acto con tanta gente. Pero al final hubo un excesivo uso de juegos artificiales con sonido. Los niños estaban desesperados y al salir del lugar, en el parque La Carolina, se podía ver a los perros desorientados”, recordó.

No es la única sanción que se aplica para la pirotecnia sin permisos. La Ley de Defensa contra Incendios establece penas económicas y de privación de la libertad (ver gráfico).

El teniente Pablo Correa, del Cuerpo de Bomberos de Quito, considera que las campañas han dado resultados. Desde 2019, el ECU 911 no ha recibido llamados relacionados con emergencias por pirotecnia en el Distrito Metropolitano, pero reconoce que no hay que bajar la guardia.

Sobre los monigotes, recomendó que sean de cartón o papel y no de aserrín, como era la tradición en la Sierra, porque permanecen demasiado tiempo prendidos, incluso días, afectando la calidad del aire.

“El Código Municipal prohíbe incinerar basura o cualquier otro objeto. Hay multas, pero en caso de tener que hacerlo es mejor usar un aislante como una lata o en espacios de concreto, no en el asfalto porque el calor lo debilita, a los pocos meses se daña”, señaló Correa.

El capitán Hans Huerta, del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil (BCBG), aconseja que si existe algún tipo de quemadura o accidente por mal uso de explosivo, lo principal que se debe hacer es llamar al número de emergencia 9-1-1, cuyos médicos van a poder guiar al ciudadano que llamó con algún tipo de ayuda hasta que llegue la ambulancia y lo traslade.

Si es quemadura, aconseja a los familiares colocar agua en la herida, pero evitar que tome contacto con cualquier otro tipo de agente externo porque ocasiona mayor afectación e infecciones.

El oficial lamenta que aquellas personas que se dedican a la venta o fabricación de ese tipo de explosivos trabajen en condiciones precarias, en lugares poco ventilados, muy calurosos, por lo general en viviendas, lo que expone no solo su vida, sino de quienes viven alrededor. El pasado 21 de noviembre, una mujer falleció y otras dos personas resultaron heridas tras el estallido de material utilizado para la fabricación de camaretas y otros juegos pirotécnicos, en condiciones inadecuadas, lo que provocó además afectación en seis viviendas de las calles 25 y la Ñ, en el suburbio.

Tras el hecho, el BCBG puso en marcha la campaña ‘No apagues las fiestas’ como parte de los programas de prevención en contra del uso de explosivos, que los organismos de primera respuesta intensifican durante el mes de diciembre.

A través de actividades con adultos y niños, socializan los riesgos de los explosivos, buscando así disminuir las cifras de afectados por el uso, fabricación y almacenamiento de estos materiales altamente peligrosos.

La doctora Priscilla Alcócer, cirujana plástica reconstructiva y estética, responsable de la Unidad de Quemados del Hospital del Norte de Guayaquil IESS Los Ceibos, señala que los más simples artefactos explosivos, aunque luzcan inofensivos, pueden provocar una quemadura con graves consecuencias a corto y largo plazo. También pueden verse afectados los órganos de los sentidos temporal o definitivamente, y existe el riesgo de pérdida de un miembro.

De allí que la sugerencia en general de los expertos es evitar en lo posible la manipulación de estos artefactos explosivos, especialmente los niños.

Desde la semana del 19 de diciembre, agentes del Cuerpo de Agentes de Control Metropolitano (Cuacme) intensificaron los controles contra el comercio informal en Guayaquil, en coordinación con otras direcciones municipales y la Policía Nacional, en el denominado Plan Bahía Segura, para evitar las aglomeraciones y dar más seguridad a los compradores.

A las acciones se suman 35 comisarios de la Gobernación del Guayas, quienes emprendieron operativos de control. Hasta la tarde de ayer, habían retirado del mercado más de 25 mil camaretas e insumos para la confección artesanal de esos explosivos. “La familia debe involucrarse y evitar que los niños manejen este material”, aconsejó el gobernador Lorenzo Calvas.

En la presentación de la campaña ‘La pirotecnia #NoesunJuegodeNiños’, realizada por el Grupo de Intervención y Rescate (GIR), se demostró la magnitud del peligro que tiene una camareta al explotar y el manejo de pólvora en domicilios.

Eventos con fuerza tras la pandemia

Carreras, conciertos, concursos. En Quito se han organizado varios eventos y actividades para despedir al 2022 y dar la bienvenida al nuevo año.

Hasta hoy, se podrán entregar los trabajos para el concurso ‘Chau chau año viejo’, que llega a su tercera edición. La iniciativa está a cargo del Museo de la Ciudad, con el propósito de rememorar y actualizar las costumbres y tradiciones que forman parte de la identidad de los ecuatorianos.

Las tres mejores creaciones serán reconocidas con premios que incluyen libros y mapas de la ciudad, además de regalos sorpresa. El jurado calificador, integrado por cuatro académicos ecuatorianos, basará su decisión en criterios como mensaje, estilo de redacción, sátira fina, creatividad y extensión. Los ganadores serán anunciados en los primeros días de enero.

Este viernes 30 de diciembre, desde las 10:00 a 14:00, en la calle García Moreno, entre Rocafuerte y 24 de Mayo, frente al Museo de la Ciudad se desarrollará la Feria de Plantas Medicinales para Baños de Fin de Año. Las protagonistas serán las vendedoras de la Plataforma Primero de Mayo, la feria más grande de hierbas medicinales del Ecuador.

Se ofrecerá a los visitantes conocimientos y experticia sobre limpias, baños y rituales propios de la medicina ancestral, muy comunes en estas fechas de fin de año.

El 31 de diciembre, en El Calzado, al sur de Quito, se desarrollará la octava edición de la carrera de tacones con la participación de las tradicionales viudas, que serán divididas en categorías sénior, máster, súper máster y Vilcabamba. Esta es una carrera que ha ido ganando adeptos entre los habitantes de la Capital.