Lourdes Potes deja de caminar por la acera y se abre paso en la calle cuando llega a un terreno lleno de maleza ubicado en la avenida Zenón Macías, en pleno centro de Playas. Tiene miedo de que alguien salga del monte y le robe, como ya ha ocurrido decenas de veces en el último mes.

No es el único lugar del centro con terrenos baldíos y en mal estado, hay muchos y todos se han convertido en refugio de consumidores de droga y delincuentes. Los transeúntes denuncian haber visto allí cuchillos, navajas y hasta armas. “Es un problema enorme del que todos conocen pero en el que nadie hace nada”, sentencia Karina Robelo, residente.

Agusto Alvarado vive en una calle sin nombre (otro problema del balneario) que baja hacia el malecón y colinda con un solar donde la maleza supera ya el metro y medio de altura. Que en la noche se escuchan gritos, denuncia, y que hace un año mataron a una mujer en el lugar, se queja.

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Moradores de otros sectores, céntricos señalan que en esos lotes suele haber conatos de incendios porque los consumidores arrojan las colillas, y todo empieza a arder. La intervención de los Bomberos ha impedido que se produzca un incendio, reconoce Pedro Castro, habitante del barrio La Cristalina, donde el escenario se replica y es sinónimos de insalubridad porque los espacios se han convertido en depósitos de basura.

Frente a esta situación, Sigifredo Valdivia, quien vive en la avenida Jaime Roldós, exige al Municipio que sancione a los dueños de los terrenos que están incumpliendo con lo que dice la ordenanza.

“Se supone que para eso existen normas, leyes, pero nadie las cumple. ¿Por qué solo la Alcaldía no ve lo que todos vemos? ¿Dónde están las sanciones? ¿Cuántas han emitido hasta que llegaron al cargo?”, cuestionó Josué Guerra, guayaquileño que vacaciona en el lugar.

Sobre esta situación, pese a que EXPRESO consultó al alcalde Gabriel Balladares qué hará, qué está haciendo y cuántas sanciones ha emitido; no hubo respuesta. La reacción genera todavía más indignación. “A todos les importa un comino hacernos sentir que vivimos en una selva”, sentenció Lucas Reyes, de Bellavista, donde se repite el problema.

Lorena Zambrano, guayaquileña que habita en la ciudadela La Victoria, hace el mismo pedido exigiendo el compromiso de ordenar al balneario. “La administración pasada fue frustrante, no hubo nada. Esta vez, por favor, corrijan errores. No dejen que se pierda este territorio, por años abandonado”, señaló.

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