La inminente llegada del fenómeno de El Niño mantiene preocupados a los peninsulares, que desconocen los planes emergentes que las autoridades de los tres cantones realizan o pondrán en marcha para mitigar las inundaciones o posibles desastres.

Este Diario consultó a la ciudadanía y todos coincidieron en que desconocen qué hacer en caso de emergencias. “No sé si mi vivienda podrá resistir una inundación severa. ¿Y qué hago si hay un deslave? ¿Hacia dónde correré?”, se pregunta Leonidas Cantos, habitante de La Libertad.

El oceanógrafo Johnny Chavarría, quien alerta sobre lo que podría ocurrir en la provincia de llegar el fenómeno, apunta a que los daños se verían reflejados no solo en los desbordamientos y vías rotas, sino en los oleajes.

La semana anterior Chavarría, provisto de equipos de medición de temperatura en el agua, acudió al área de Costa de Oro en Salinas y comprobó que la temperatura en la orilla oscilaba entre los 27 y 28 grados, cuando en esta época del año debería estar en 22 grados como máximo. “Eso nos anticipa la llegada de El Niño. Que no se hable aún de acciones preventivas es preocupante”.

Felipe Alvear, pescador de Santa Rosa, coincide con el oceanógrafo al asegurar que a causa de las altas temperaturas en el agua, se ha formado una especie de marejada que los obliga a navegar entre 30 y 40 millas para poder hallar los productos que comercializan.

Alejandro Beher, director municipal de Turismo del cantón Salinas, confirma que hasta el momento ninguna operadora o agencia turística promociona los paseos para observar ballenas, dado que, a diferencia de otros años, estas aún no llegan. “La temperatura ha hecho que se mantengan aún distantes. ¿Cuándo aparecerán? No lo sabemos. Que El Niño llegará es ya un hecho”, sostiene el directivo pesquero Elías Muñoz.

A Mónica Silva, del colectivo ambiental Montañita, le preocupa que los estragos del fenómeno agraven la situación de contaminación que experimenta el balneario. “Se está gestionando con el Municipio de Santa Elena el tratamiento de las aguas residuales de las dos lagunas de oxidación que tenemos, que de no ser tratadas colapsarán y contaminarán todavía más la zona”, sentencia.

En lo que respecta al tema vial, los tres cantones comparten el temor a que en las vías se formen socavones, o se agrieten de tal forma que no haya manera de cruzar de un sito a otro.

Según adelantaron los alcaldes de Salinas, Dennis Córdova, y de La Libertad, Francisco Tamariz, esta semana se tomarán “decisiones oportunas” en torno al tema, que darán a conocer. Días atrás adelantaron que revisarán el estado de los canales de aguas lluvias y las albarradas que tienden a inundarse. En la provincia hay al menos 50, según el director del departamento de Gestión de Riesgos de la Prefectura, Juan Antón, que no descarta que quienes habitan cerca de los embalses deban ser reubicados.

¿A dónde? Eso está por confirmarse. “Por ahora, hemos terminado de levantar la información de los sitios más vulnerables. Vamos a limpiar canales, cauces de ríos y a reforzar el muro de contención frente al mar. El plan integral ya lo daremos a conocer”, dice Antón.