Caminar por las aceras y veredas de la ciudadela 9 de Octubre, sur de la ciudad, se ha convertido en un peligro.

Así lo confirman los vecinos, quienes dicen que para evitar una caída deben hacer malabares para transitarlas.

“Las veredas están agrietadas hace más de cinco años y el Municipio no ha llegado con los arreglos, pese a los pedidos que hemos realizado los habitantes”, manifiesta Angélica Solórzano, quien reside hace más de una década en la zona y ha visto cómo el cemento se ha ido desmoronando.

En la ciudadela hay algunas peatonales que fueron regeneradas; pero, las veredas de calles y avenidas no corrieron con la misma suerte.

“La falta de mantenimiento las ha ido desmejorando y somos los residentes quienes tenemos que vivir con este problema”, añade Margarita Rosero, quien denuncia que hace dos semanas, su padre de 70 años se resbaló al caminar por las veredas agrietadas.

En la ciudadela 9 de Octubre habitan cerca de 10.000 personas, en su mayoría adultos y personas de la tercera edad, que quieren vivir mejor.

“No es posible que hasta las veredas tengan huecos y nosotros tengamos que caminar con dificultad y el temor de tropezar y caer”, reclama Camilo Mayorga, de 75 años, quien menciona que el fin de semana pasado estuvo a punto de sufrir un accidente cuando no se percató que el pavimento de la calle estaba un poco desnivelado. “Se hace necesaria una regeneración en toda la ciudadela”, puntualiza.