Desde la semana pasada, en la manzana 14 de la ciudadela Adace, norte de la urbe, hay cables que cuelgan de los postes. Los vecinos dicen que han reportado el problema, pero aún no llega la solución.

Ellos aseguran que los cableríos afectan en el ornato de la zona y se han vuelto un peligro para quienes transitan por el lugar. “Ya no sabemos si son cables de teléfono o de alta tensión los que están enredados en los postes, por eso tenemos que caminar con mucho cuidado”, advierte Melissa Zamora, residente de la manzana afectada.

En cambio, Julio Ochoa, quien habita a pocos metros de Zamora, relata que el fin de semana anterior otra vecina se lesionó una rodilla al caer al pavimento, luego de enredarse en uno de los cables que estaban en la calle. “Nadie ha venido a solucionar el problema. Ojalá que no esperen que suceda alguna desgracia que lamentar para recién actuar”, reprocha.

Otro de los problemas que denuncia la comunidad es el abandono en el que se encuentra el parque de la manzana F1 de la ciudadela Las Acacias.

Los vecinos indican que esta área se ha convertido en guarida para libadores y foco para la propagación de mosquitos y roedores por la cantidad de basura acumulada. “Gente de otros lugares viene a depositar desperdicio en este punto y siempre lo hacen después de que el carro recolector ha cumplido su frecuencia. Las autoridades deberían ejercer controles y sancionar a quienes cometen esta falta”, manifiesta.

En cambio, en la ciudadela Brisas del Río, norte de la ciudad, hay más de una decena de predios vacíos que mantiene preocupado a los vecinos.

Ellos indican que estos predios abandonados sirven de viviendas para vagabundos. “Ya hemos reportado a las autoridades municipales, vienen a poner el sello de clausura en el lugar, pero al día siguiente vuelven los indigentes a apoderarse de los solares”, puntualiza Joaquín Mendoza, quien habita a pocas cuadras de uno de estos lotes baldíos.