Pasos peatonales en vía a la costa: una deuda saldada por presión ciudadana

Lo que durante años fue una exigencia ignorada, hoy es una realidad. Dos nuevos pasos peatonales fueron inaugurados en la vía a la costa, una de las arterias más conflictivas y de crecimiento acelerado en Guayaquil. Las estructuras —ubicadas en los kilómetros 11,8 y 14,2— responden a un clamor ciudadano, recogido siempre por EXPRESO, que durante años exigió seguridad y dignidad para peatones, ciclistas y residentes que enfrentaban a diario el caos vehicular, la ausencia de infraestructura básica y el abandono institucional.

(Lo invitamos a leer: El tráfico no perdona: vía a la costa colapsa y los usuarios exigen obras nocturnas) 

“Al fin nos escucharon. Esta obra, que no era un favor sino un derecho, es hoy una realidad”, expresó con emoción Noelia Serrano, vecina de Bosques de la Costa. “El gran triunfo se dio porque los residentes no se quedaron callados. Por años insistimos en que la vía a la costa también es parte de Guayaquil, y lo logramos: que nos tomen en cuenta y tengamos una zona más segura para caminar”, agregó mientras recorría por primera vez, junto a su hija, la pasarela del kilómetro 11.8.

Serrano, como muchas familias del sector, acostumbraba trotar por la zona en horarios de baja visibilidad, cuando la inseguridad y el desorden urbano se convertían en amenazas. “Teníamos que zigzaguear entre carros, cruzar monte, saltar parterres oscuros. Queríamos tomar un café o ir a una plaza y no podíamos cruzar. Hoy, por fin, se puede. Esperamos que no lo destruyan, como pasó con el único paso anterior que tuvo esta vía”, señaló.

Un logro esperado por décadas

Las obras, ejecutadas por la Autoridad Aeroportuaria de Guayaquil (AAG), representaron una inversión superior a los $3 millones y beneficiarán directamente a unas 70.000 personas, según datos del Municipio.

El alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez, destacó que no se trata de pasos peatonales comunes, sino de estructuras integrales diseñadas para brindar seguridad y mejorar la movilidad en una de las zonas con mayor expansión urbana de la ciudad.

“Estos pasos peatonales tienen ciclovía, ascensores, quioscos comerciales, iluminación LED, jardineras y pérgolas. No solo facilitarán el cruce, van a salvar vidas”, aseguró durante el recorrido inaugural junto a vecinos del sector.

Más que un cruce, una deuda saldada

En el kilómetro 11.8, además del paso elevado, se habilitó una estación segura para buses, se construyó un ducto cajón para canalizar aguas lluvias y se pavimentó una acera que antes era inexistente. “Esto resuelve necesidades históricas: una vereda para caminar, una estación de buses funcional, ascensores para adultos mayores. Se trata de dignidad urbana”, opinó Marcos Mata, presidente de la urbanización Portal al Sol.

Las mejoras forman parte de un plan integral de intervención en zonas en crecimiento. “Ya inauguramos el anillo vial en Los Ángeles para ingresar a la Gran Chongón, la nueva ciudad que está surgiendo en Guayaquil”, añadió Álvarez, al insistir en que la inversión en infraestructura peatonal es parte del nuevo modelo de ciudad que se impulsa desde el Cabildo.

Pablo Pita, gerente de la AAG, indicó que se avanza también en la planificación de nuevas soluciones viales. Una de ellas es la autopista hacia el nuevo aeropuerto, que funcionará como vía alterna a la congestionada vía a la costa. “Estamos listos para ingresar el pedido de licencia ambiental para construir pasos elevados. Además, hay tres pasos vehiculares en estudio que aportarán fluidez a esta arteria”, afirmó.

Lo que aún falta: aceras, señalética y mantenimiento

Aunque la obra ha sido celebrada, los ciudadanos coinciden en que aún queda mucho por hacer. “En sentido Guayaquil–vía a la costa no hay aceras. Es una deuda urgente en una zona que se urbaniza cada día más. Si hablamos de planificación, esto es fundamental”, sentenció Felipe Carrasco, morador de una de las urbanizaciones del sector.

Otros vecinos, como el usuario @nachofillo en la red social X, advirtieron que los pasos peatonales no pueden ser tratados como obras aisladas. “Toda la vía a la costa sigue sin señalética, con baches y basura. El tráfico de camiones es peligroso. Esta obra es valiosa, pero no suficiente”, escribió, reflejando el sentir de decenas de usuarios que exigieron que la transformación sea real y sostenida.

(Le puede interesar leer: Accidente en la vía a la costa: camiones volcaron y causaron gran congestión) 

Una victoria ciudadana

Otros vecinos, como el usuario @nachofillo en la red social X, advirtieron que los pasos peatonales no pueden ser tratados como obras aisladas. “Toda la vía a la costa sigue sin señalética, con baches, basura e iluminación deficiente. El tráfico de camiones es peligroso. Esta obra es valiosa, pero no suficiente”, escribió, reflejando el sentir de decenas de usuarios que exigen que la transformación sea real y sostenida.

Más allá del cemento y el acero, lo que hoy se celebra en la vía a la costa es una victoria de la organización y la voz colectiva, aseguró la residente Maggie Castañeda, quien dice ser testigo de la lucha. “Yo, por mi edad (70 años), nunca fui activista directa, pero fui testigo de cómo las directivas de vecinos, el comité de ciudadelas que crearon, no bajaron jamás los brazos: protestaron, marcharon y recordaron una y otra vez que la seguridad vial también es un derecho. Hoy este logro es gracias a la persistencia de la vía a la costa. Nos escucharon. Lo agradecemos. Pero no hay que olvidar que aún hay errores por corregir y obras por ejecutar para hacer de esta zona un vecindario amigable y real”, señaló.

(Le puede interesar leer: Críticas y dudas por la disputa del tránsito en la vía a la costa y la vía a Daule) 

El pedido ciudadano: todos a usar el paso peatonal

Si bien hubo decenas de ciudadanos que caminaron sobre la estructura, también hubo quienes aún se desplazaban debajo de ella, entre los vehículos. Este hecho generó molestias entre los mismos residentes, que hicieron un llamado a que “vía a la costa sea responsable”.

“¿Cómo es posible que, teniendo ya el paso peatonal que por años pedimos —y pidieron—, aún haya gente caminando bajo la estructura? Es absurdo. Para quienes no la usen debería haber también multas. Ya eduquémonos todos”, señaló Lili Monserrate, residente del sector, quien se molestó al ver cómo hubo familias y adultos mayores que cruzaron la arteria cuando la luz del semáforo —que aún permanece bajo uno de los pasos peatonales— estaba todavía en rojo.

“Es molestoso ver ese comportamiento”, dijo, al cuestionar si realmente vale la pena que haya semáforos en el sitio ahora que ya se ha levantado el paso peatonal.

“Deberían sacarlo y poner los semáforos en otros puntos”, opinó.

Los ciudadanos, además, exigieron denunciar a quienes intenten dañar el mobiliario urbano. “Defendamos el espacio como se debe. Quien lo dañe, que vaya hasta preso”, sugirió el ciudadano Lucas Garcés.

Para leer más información de este tipo, ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!