Alimentadores que todavía no ‘alimentan’. Antes de que aterrice la pandemia, la Metrovía mantenía en Guayaquil a 30 rutas alimentadoras, pero 3 años después, ocho se encuentran inactivas. Pertenecen a las tres troncales que actualmente tiene este sistema de transporte: Alborada, de la troncal 1; Floresta, Trinitaria, Trinipuerto y Pradera - 25 de Julio, de la troncal 2; y por la troncal 3 figuran: U. de Bastión, Flor de Bastión y Casuarina 3.

La incertidumbre sobre cuál será el futuro de los recorridos, los gastos adicionales que genera tomar buses o incluso tricimotos, son parte de las secuelas que comparten los usuarios del sistema. Aunque la desazón que lidera entre los consultados se centra en que tienen que sacar más dinero para pagar más pasajes y el peligro que sienten cuando buscan otro medio de transporte para movilizarse.

“Ya van más de dos años que no regresa el alimentador de la Trinipuerto, que conectaba con algunos puntos de acá, en el sur. Por esto, toca coger tricimotos que hacen de taxirrutas”, argumenta José Quinde, al recordar que las unidades de esa ruta salían desde la terminal que se levanta en la avenida 25 de Julio-Río Daule, en el sur de la urbe.

En un recorrido por el sitio, se comprobó que hay carteles en los que se plasman las rutas a seguir de los alimentadores. Es como una especie de recuerdo que desde ahí rodaban. Mientras que los articulados, unidades de mayor tamaño sí circulan. El escenario se repite en el norte del Puerto Principal, en la avenida Agustín Freire Icaza, que separa a las ciudadelas La Garzota y Sauces.

Afuera de un conocido centro comercial están varios paraderos de buses urbanos en los que se lee ‘Ruta Alborada’. Cerca del letrero, sentada en una banca metálica, estaba Laura Betancourt, ciudadana, quien se considera una de las usuarias que “más ha sentido” la ausencia de la ruta.

Detalla que el mayor problema que enfrentan los trabajadores de la zona es cuando van a la terminal terrestre, puesto que se ha perdido esa conexión. “No todos los buses vienen de la terminal hasta este punto, por ejemplo. En ese ir y venir, cruzar el puente, coger bus; es un transbordo que antes tenía tranquilidad. Ahora es un caos”, dice la mujer, quien espera que se reactive esta ruta.

Lo mismo opina Carlos Guerrero, residente de Sauces 1. Asegura que el alimentador “conectaba” con la mayoría de las etapas de la Alborada y Sauces, y ahora trabajadores o quienes van a comprar, hacen transbordo. “Muchos adultos mayores se han visto afectados... Considero que debería reactivarse”, cuenta el también líder comunitario.

¿Pero por qué no pueden volver a rodar estos alimentadores? De acuerdo con Pedro Martinetti, administrador encargado de Agencia Metrovía, que respondió a este Diario, además de dar a conocer el listado de las rutas que están inactivas, actualmente se realiza el proceso de “actualización del plan integral de movilidad urbana sostenible”. Este se encuentra en etapa de desarrollo y, entre los objetivos, está la propuesta de proyectos para la ampliación de la oferta de transporte público masivo e integrado.

“Una vez que se tengan los resultados de ese estudio, se contará con los insumos necesarios para determinar la demanda, origen destino; esto permitirá tomar decisiones con la visión de optimizar la movilidad de los guayaquileños”, detalló.

En tanto, se sabe que a la Metrovía se le han echado, en los últimos años, salvatajes para que siga rodando. El último salvavidas fue de 8,3 millones de dólares “para cubrir los gastos de operación del sistema en lo que va del presente año de 2023”, como lo argumentó el anterior Concejo Cantonal, y que fue entregado a la Empresa Pública Municipal de Tránsito y Movilidad de Guayaquil.

En torno a ello, ¿necesita o se ha planteado la idea de darle más salvatajes al sistema? Martinetti precisó que, a raíz de la pandemia, se han destinado esos rubros para el mantenimiento de la operación del sistema, cuya demanda está en “57 % en comparación a la época prepandemia”. Y sobre esto último, adelantó que la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) mantiene el “monitoreo permanente” de la demanda de los usuarios que se proyecta al alza paulatina.

En fin, a esperar a que ‘ruede’ la reactivación.