Parque suburbio de Guayaquil
Los niños juegan en el parque entre el mal olor de la basura y deposiciones de animales.ÁLEX LIMA

En Guayaquil piden intervenir un parque tomado por consumidores de droga

Los ciudadanos claman a la Policía Nacional que incremente sus rondas para ahuyentar a estas personas

Agarrando fuerte de la mano a su hijo, acelerando el paso para no cruzarse con ninguna persona indeseable y tapándose la nariz para hacer frente a los nauseabundos olores de la basura: así deben caminar los padres que día a día tienen que ir a dejar a sus vástagos a una escuela ubicada en las calles 26 y N, en el suburbio de Guayaquil.

El problema radica en que el parque ubicado a menos de 50 metros de la unidad educativa ha sido tomado por los consumidores de droga, malandros y recicladores, lo que espanta a cualquier niño que pretenda divertirse en los juegos infantiles y a los jóvenes que quieran pasar el rato.

(Te puede interesar: Apuñalan a un agente metropolitano en el centro de Guayaquil durante un operativo)

“Esto es un fumadero, un regadero de basura, una guarida de delincuentes”, se quejó el propietario de una tienda aledaña, que endilga la culpa a la falta de presencia policial y al descuido municipal, que no da mantenimiento a la infraestructura.

Otros vecinos coinciden con el comerciante. Aseguran que jóvenes se meten a toda hora y se drogan a vista y paciencia de todos los residentes e incluso se ponen violentos con quien pretenda que se vayan del sitio.

AQUILES ALVAREZ

Aquiles Álvarez lanza advertencia en Guayaquil: “Local que no cumpla, se cierra”

Leer más

Vecinos piden aumentar la presencia policial

Durante la tarde del lunes 26 de mayo, un equipo de EXPRESO corroboró la presencia de al menos 20 personas reunidas en el lugar, muchas de ellos fumando o inhalando sustancias. Un grupo de policías motorizados llegaron al sitio e hicieron un cacheo, pero no les encontraron nada.

“No nos vamos a ir”, dijo uno de los consumidores cuando lo soltaron. El grupo salió del parque, pero un minuto después de que los uniformados se retiraron, ellos retomaron el control del sitio y continuaron fumando.

“Si ni a los policías respetan, imagínese con nosotros”, comentó una vecina del lugar, sin identificarse, por temor a represalias.

La señora agregó que el problema de los consumidores lo agrava un contenedor de basura colocado en el sitio por Urvaseo, porque los chamberos no dejan una sola funda sin destruir y su contenido queda esparcido por todos lados.

“Cuando no estaba el contenedor, los chamberos venían de uno en uno, o veían que ya alguien se les había adelantado y dejaban ahí (los desperdicios). Ahora, como todos vienen a dejar la basura, (los recicladores) vienen todo el día y a toda hora a revolver todo”, dijo la ciudadana.

(Lee también: Derrame en el estero Salado: estas son las sanciones y lo revelado hasta el momento)

Y explicó que “al principio sí funcionó porque había un guardia que evitaba el reguero, pero lo sacaron y ahora es peor. Hay cualquier cantidad de cucarachas, ratas. Y los rateros (ladrones) también abundan”.

“Uno tiene que venir a ver a los niños sí o sí, no hay cómo dejarlos caminar solos por aquí”, agregó la madre de un estudiante, mientras esperaba su salida de la escuela.

¿Quieres seguir leyendo el contenido de EXPRESO? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!