Con indignación y lamentos, moradores de la ciudadela Primavera 2 narraron cómo fueron los últimos minutos de vida de un muchacho al que todos conocían como Diego. Sicarios lo asesinaron la tarde del miércoles, en el cantón Durán. Su crimen fue uno de los tres que ocurrieron en esa localidad hasta esa noche.

Al chico, de 22 años, lo acribillaron aproximadamente a las 16:00 fuera de su vivienda, en la que también hay un taller de ebanistería. En ese momento regresaba de comprar una cola en una tienda aledaña.

“Mientras él compraba, cerca de su casa llegó un prestamista, parece que a cobrar un dinero a alguien. A ese sujeto lo estaban buscando unos tipos que andaban en un carro gris”, contó una de las residentes.

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Eran unos cuatro individuos, quienes al ver al prestamista se bajaron del vehículo y corrieron hacia él para dispararle. Sin embargo, en ese rato Diego estaba regresando de la tienda y recibió algunos tiros.

El ciudadano contra el que habría sido el ataque entró a la casa del muchacho para refugiarse, dijeron los moradores, ya que la puerta quedó abierta. “Él huyó y lo mataron al chico”, refirió otra vecina.

Ayer, la familia del difunto no se encontraba en la vivienda, pues realizaban los trámites para poder retirar el cadáver de la morgue policial.

Casi a la misma hora, frente al Parque Ecológico de esa ciudadela, otro hombre fue asesinado. La víctima iba en una moto y fue interceptada por sujetos armados, quienes le propinaron varios balazos, provocando que muera rápido.

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“Lo venían persiguiendo, venía huyendo. Se escuchó una ráfaga de tiros y la gente se escandalizó”, comentó una habitante que vive cerca.

En principio, ciudadanos pensaron que la víctima era el dueño de una vulcanizadora aledaña, pues al igual que el difunto tiene la piel blanca y los ojos claros. Pero el fallecido era alguien desconocido.

Este 2 de noviembre, en el sitio del crimen aún quedaban rastros de sangre y piedras que habían colocado para no perder de vista los indicios.

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