Julio se avecina y, con ello, Guayaquil se alista para festejar las fiestas julianas. Bailes, conciertos, ferias y desfiles son parte del abanico de tradiciones que se ejecutan en la ciudad para rendirle homenaje por su fundación. Y, como también es costumbre, la avenida 9 de Octubre es el escenario donde, como especie de ‘rito’, se dan la mayoría de eventos. Más visibilidad y porque es la principal arteria son causas por las que ahí se han realizado hasta protestas o mítines políticos.

Pero hoy, las marchas por la 9 de Octubre están en un dilema. El Municipio, liderado por Aquiles Álvarez, negó la posibilidad de que el desfile de la comunidad LGBT+ se desarrolle en el centro (partiendo desde Olmedo y Malecón, tomando la 9 de Octubre hasta concluir en el parque Centenario), y sugirió hacerlo en la avenida Paseo del Parque, en Samanes, norte de la ciudad.

Sobre el caso, se sabe que presentaron una acción de protección, un video del pronunciamiento del alcalde y un reciente tuit en el que ratifica que no ha cambiado de decisión. Esa decisión se basó en un informe elaborado por la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM), que calificó la ruta como “no procedente” por el “gran impacto” que generaría al tránsito vehicular, pues la marcha iría en sentido contrario de la avenida.

Ahora, debido al impacto vial, como se ha argumentado, ¿otras instituciones u organizaciones sociales y políticas que decidan desfilar o congregarse y caminar por las manzanas que cruzan la avenida podrán hacerlo? ¿La ‘vara’ medirá a todos? ¿La 9 de Octubre no puede albergar desfiles? Fueron algunas de las preguntas que EXPRESO le envió al Cabildo, pero hasta el cierre de este artículo no tuvo respuesta.

Quien sí contestó fue Diane Rodríguez, quien dirige la Federación Nacional LGBT+. Opina que esa decisión debe ser para todos. “Primero, empezando por el alcalde, que cuando ganó las elecciones ocupó la vía pública sin permisos, por 7 horas y caotizando 20 kilómetros del sur al centro. El 27 de mayo se autorizó a la Arquidiócesis a que ocupen la vía pública (...) y, además, este 15 de julio, el Cuerpo de Bomberos va a marchar en plena 9 de Octubre. Es injusto, no igualitario y con claras tendencias discriminatorias”, dijo.

En registros, la última reacción de Álvarez fue que no se va a reprimir a nadie, que no se va a usar la fuerza pública y que, subrayó: “(...) Si ellos quieren venir y estar acá, obviamente, van a estar faltándole el respeto a la autoridad y faltándole el respeto a la ciudad, pero en ningún momento vamos a reprimir”.

El evento, así como lo ha anunciado el colectivo LGBT+, sí va a darse en el centro. “Marchamos con o sin permisos”, es la leyenda que se estampa en diferentes afiches de la convocatoria, fijada a las 16:00 de este sábado 1 julio, y que tiene su punto final en los bajos de la emblemática columna de los próceres, que se levanta en el parque Centenario.

El sociólogo Carlos Tutivén señala que el espacio público tiene dos lecturas o registros que se deben tener en cuenta. El primero es en torno al que está administrado por un poder municipal y el otro obedece al simbolizado. Explica que la lucha de independencia o de emancipación de un sector social, clase o colectivo, busca los espacios emblemáticos marcados por la historia para hacer reconocer su causa. “Mandar un evento que tendría su historicidad o que todavía está en un proceso de reconocimiento, sabiendo que son procesos conflictivos, complicados, quitarle esa visibilidad simbólica, es hasta cierto punto reducirlo a un aspecto netamente administrativo”, acota el también académico.

Al consultarle si está de acuerdo que se lleve a cabo el desfile por la 9 de Octubre, Tutivén puntualiza que “ellos piden ese lugar por una historia, por una significación” y que, en ese sentido, se lo debería “respetar”. “Lo único que podría ser negociable sería la durabilidad del evento. Es decir, busquemos un término medio que permita que la ciudad no colapse, pero al mismo tiempo haya la suficiente demostración”, acota.

Al respecto del tránsito, el experto en movilidad, transporte y ordenamiento, Carlos Jiménez, señala que los congestionamientos vehiculares se dan los sábados, por lo que apunta que estas actividades pueden darse en vías donde se genere poco impacto. “Todo el mundo tiene la mala costumbre de marchar en la avenida 9 de Octubre; y espero que las caravanas de potenciales presidentes y asambleístas, mitines, independientemente del partido, las prohiban”, comenta.

A propósito de la marcha, que ha desatado un sinnúmero de reacciones, se pronunció el Consejo Nacional para la Igualdad de Género y hasta el ministro de Turismo, Niels Olsen. Este último aseguró que desde el turismo y los negocios, la actividad “tiene un impacto positivo”. “En conclusión, el impacto económico y social de la población LGBTQ+ es innegable. Desde las marchas hasta los emprendimientos y defensa a derechos civiles. Celebremos, apoyemos y promovamos la igualdad e inclusión para todos”, publicó en su cuenta de Twitter.

Es martes 27 de junio y el sábado 1 julio no solo está marcado por el inicio del mes de Guayaquil, sino también por la sonada marcha.