Están alertas a cualquier escenario que pueda dañarles el negocio. Los artesanos de monigotes no solo miran al cielo por si acaso las lluvias mojen sus productos, también se cuidan de posibles ladrones. Y es que en cada aglomeración, los antisociales se los llevan. Frente a ello tienen la zona monitoreada.

Juan Salazar, quien exhibe sus monigotes en las calles 14 y Pedro Pablo Gómez, asegura estar preparado sobre todo para los aguaceros. Ha invertido 25 dólares para comprar un galón de resina para proteger sus creaciones.

Jacobo Palacios aplica la misma ‘fórmula’, pero además las cubre bajo un techo elaborado de palos y fundas negras. En el sitio, se ha vuelto común ver estos escenarios para lograr tener listos los muñecos antes del 22 de diciembre, fecha acordada para el inicio de la tradicional ‘Ruta de los gigantes del suburbio’.

En la tradicional 6 de Marzo, hay familias que pretenden extender los techos de sus viviendas para resguardarse. “Si viene El Niño, nos fregamos. Debemos estar listos, este mes es el de los aguaceros”, dicen los artesanos.  

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• Alerta a las posibles extorsiones

Rommel Baque, artesano de las calles 6 de Marzo y Capitán Nájera, se siente aliviado -por ahora-, porque no ha sido víctima de extorsionadores.

“La venta está al nivel del año pasado, que estuvieron regulares, pero no hay que quejarse, gracias a Dios están viniendo a comprar”, dijo.

Sin embargo, no deja de despegarle los ojos a sus monigotes, ya que la aglomeración de clientes es aprovechado por pillos. 

“Los robos son frecuentes aquí. Uno se descuida un instante y se le van llevando los muñecos, algunos son ladrones y en otros casos hasta los mismos clientes tienen visto uno que les gusta, pasan al vuelo y se los llevan”.

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La misma incertidumbre invade a los de Pedro Pablo Gómez y la 15, donde un grupo de residentes construye un monigote gigante de ‘Groot’, superhéroe de Marvel, quienes aseguran no haber recibido amenazas de delincuentes, pero temen que aparezcan cuando el ‘viejo’ esté terminado.

Mientras que artesanos de las calles 16 y Alcedo aseguran haber escuchado de estos casos en otros sectores más hacia el sur porteño.