El primer día con la maglia rosa de Richard Carapaz, en la edición 105 del Giro de Italia, tuvo de todo. En los kilómetros iniciales se presentó una caída masiva del pelotón principal que tuvo al tricolor entre los afectados. Pero todo quedó en un susto, ya que Richie se levantó sin problemas, tomó su bicicleta dorada y retomó el recorrido.

“Me caí al principio de la etapa y tuve que cambiar de bicicleta, pero afortunadamente no hubo consecuencias físicas y pude salvar el día sin novedad”, comentó Carapaz.

Tras este percance, sus compañeros de Ineos Grenadiers se dedicaron a cuidar del tricolor para que llegue sin problemas a la meta en el alto de Cogne.

“Después de la caída la etapa transcurrió sin problemas, pero ha sido dura. Al principio fue muy loca hasta que se formó la escapada. Luego el escenario de carrera fue bueno para nosotros, la tuvimos bajo control. Hubo desgaste, pero ahora llega la jornada de descanso”, analizó Richie.

El último día de descanso de la Corsa Rosa, el lunes 23 de mayo, le servirá a Carapaz para que recupere energías y afine la estrategia junto al equipo británico. Otro factor importante será que podrá compartir con su esposa e hijos, quienes son su inspiración.

“Seguimos enfocados en defender el rosa en la tercera semana. Tenemos varios días importantes por delante, se viene mucha montaña”, manifestó la Locomotora del Carchi.

El martes 24, el Giro se retomará con la denominada etapa reina, con tres puertos de primera: el Goletto Di Cadino, el histórico Passo del Mortirolo y el Valico de Santa Cristina, con la cima a seis kilómetros de meta.

Esta y tres jornadas más de alta montaña serán los escenarios favorables para Carapaz en busca de ampliar la ventaja sobre sus escoltas y llegar con una buena renta para la contrarreloj del domingo 29, en Verona.

“Sería bueno sacar mayor ventaja antes de la crono final, donde también puedo hacer un buen tiempo”, enfatizó el tricolor, que está con fuerza y decidido en alcanzar su segunda corona del Giro.