La gallada de las calles Piedrahíta y Rumichaca volvió a la cancha para hacer terapia con fútbol. Durante diez años el equipo Pied Morr permaneció sin actividad por la pena que le causó el fallecimiento de una persona muy allegada a los jugadores.

Pero este 2020, Armando Izurieta reunió a los amigos del barrio para motivarlos con la intención de que resurja el equipo. Y se inscribieron en el campeonato de la Amateur League UCSG que actualmente se disputa en el complejo del Comité de empleados de LOGBAN en Durán (Ciudadela Panorama).

Izurieta contó a EXPRESO que Pied Morr empezó en 1999, jugando indor con cuatro piedras para delimitar los arcos. Los fines de semana armaban equipos y se enfrentaban por unas monedas, por una botella de cola o alguna comida. Así mataban el día y la pasaban entre amigos. Poco después abrieron campo para enfrentar a otros grupos cercanos y empezaron a ser protagonistas de todos los torneos barriales que se disputaban en Guayaquil. “Nos hicimos muy conocidos, nos invitaban para jugar”, sostuvo el dirigente Armando Izurieta.

Todo marchaba bien hasta que ocurrió el percance con el allegado al equipo. El presidente de Pied Morr tuvo que dedicarse a tiempo completo a su familiar que estaba mal de salud, hasta que dejó de existir. Y allí se apagó el entusiasmo por jugar.

“En vista de que nadie hacía actividad deportiva, me propuse hacerlos jugar y empecé a reunirlos. Unos ya estaban gorditos, pero sus hijos se unieron al grupo y con ellos armamos un equipo. Así retornamos a las canchas, pero por terapia. Pese a que no nos ha ido muy bien porque hemos perdido tres partidos y empatado uno, este torneo nos ha servido para volver a sonreír, para estar más unidos como barrio”, señaló Izurieta, luego del compromiso en el que cayeron por 3-1 frente a Panamá 84.

Destacan en el equipo jugadores como los hermanos Juan y Pedro Pérez, los mellizos Alfredo y Mauricio Soto, Goyito Peralta, entre otros jovencitos que sacan la cara por el barrio que los está viendo crecer.