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    Ordóñez, junto al nadador Esteban Enderica (i) y los atletas Álex Quiñónez, Daniel Pintado y Claudio Villanueva, fueron reconocidos por el COE como los mejores del año.Miguel Canales / Expreso
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    La ecuatoriana, en agosto pasado, fue la primera mujer en ganar el oro en los 50 km marcha en unos Juegos Panamericanos.Archivo
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    Ordóñez recogió el premio del COE acompañada de su esposo y sus dos hijas.Miguel Canales / Expreso
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    La marchista de 32 años ya cambió su entrenamiento y se alista para su 2020 en 20 km.Miguel Canales / Expreso

Ordóñez sale de su zona de confort

La marchista ecuatoriana, primera campeona panamericana en 50 km, baja de distancia para llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio

La vida de Johanna Ordóñez está llena de retos. En el 2008, luego de llegar a sus primeros Juegos Olímpicos, en Beijing, dejó la marcha para ser madre de dos niñas; ya en agosto pasado, luego de tres años de haber vuelto, se consagró como la primera mujer en ganar los 50 kilómetros marcha en unos Juegos Panamericanos, en Lima, distancia que hasta ese momento era permitida solo para varones. Este año el desafío sigue cuesta arriba.

Los Juegos Olímpicos de Tokio, que se disputarán entre julio y agosto, aún no abren la clasificación en la especialidad de Ordóñez, por lo que la atleta de 32 años bajará a los 20 km.

“Pasar de 50 kilómetros a 20, cambia todo. No solo la distancia es diferente, sino que el entrenamiento y la táctica también deben ser reajustados. Incluso a nivel psicológico, la preparación es distinta, pero decidí afrontar el reto e ir con todo a esos Juegos. En Lima (Juegos Panamericanos) nunca fui favorita; de ahí que para Tokio voy dispuesta a luchar y darles guerra a todas”, dice hoy más madura y segura.

Recalca que haberse retirado para ser madre y volver, le sirvió de mucho. La hicieron más fuerte, “con una armadura consolidada”. Recuerda que a los Panamericanos su familia no fue porque su esposo estuvo hospitalizado 10 días y solo un día antes de viajar a Lima le dieron el alta. “Lima significó mucho porque esa medalla de oro llegó cargada de significado y liberación. Fue producto de mucho esfuerzo y al final lo logré”.

Hoy para llegar a Tokio, Ordóñez necesita mínimo participar en 3 pruebas clasificatorias en los 20 km marcha, y apenas lleva 2. La primera fue el año pasado, en La Coruña, España, previo a los Panamericanos, donde se quedó a 36 segundos de la marca olímpica; mientras que la segunda fue en el Challenger de China, donde fue séptima, superada solo por las últimas campeonas mundiales. “Tengo muy buenas sensaciones. Todo me advierte que con la preparación de 50 km he mejorado mucho en los 20. No estoy lejos, creo que puedo soñar en los Olímpicos”, recalca.

El trabajo ya empezó, casi inmediatamente de los Panamericanos y la hoja de ruta a Tokio es la siguiente: empezará con el Nacional de Marcha el 15 y 16 de febrero, en Sucúa, provincia de Morona Santiago; luego irá al Sudamericano el 14 y 15 de marzo. En ambas pruebas hará solo 20 km. Ya el 2 y 3 de mayo disputará el Mundial en Ucrania, única prueba del año en la que hará los 50 kilómetros, ya que posteriormente -el 30 de mayo- estará compitiendo nuevamente en 20 km. “De acuerdo a lo planificado, después de todas esas pruebas estaríamos ya en Tokio”, apostilla sin ningún miedo en el horizonte.