Sus amigos le dicen Mago y en la cancha no necesita sacar un conejo del sombrero para hacerle honor a su apodo. Leandro Emmanuel Martínez llegó esta temporada a Barcelona Sporting Club y ha vivido cosas inolvidables: desde clasificar a fase de grupos de Copa Libertadores logrando historia hasta compartir vestuario con un campeón del mundo, Alessandro Del Piero. El argentino de 26 años, hincha a muerte de River Plate, conversó de la vuelta a los entrenamientos con EXPRESO.

Mira aquí la entrevista completa:

- ¿Qué tal volver a los entrenamientos presenciales?

-Un poco raro porque después de mucho tiempo de estar encerrados y hacer la rutina en casa conectados a Zoom, teníamos que cambiarnos el chip, entrenar y arreglar y empezar a hacer lo de antes. Necesitábamos volver a arrancar de cero y fue un día bueno, con el protocolo que se estableció arrancamos a correr y ponernos a punto porque tenemos tiempo porque falta bastante para el torneo.

- ¿Pudo dormir la noche previa a la vuelta?

-(Ríe) Sí fue raro, porque si bien nos levantamos temprano para que mi hija se conecte al colegio, que ahora está todo por el tema online, uno estaba un poco ansioso por preparar las cosas. Mira que la noche anterior ya dejé listo todo. Me desperté temprano, antes que suene el despertador y fue buenísimo porque uno vuelve a vivir las cosas lindas de los entrenamientos por más que sea distanciado. Fue lindo volver. 

- ¿Cómo salió de su casa?

-El doctor nos dio el protocolo a seguir. Había que salir de casa cambiado con el uniforme que se estableció para el entrenamiento, cosa de llegar y no perder tiempo en eso. Entrenamos y nos devolvimos de la misma manera, llevas una que otra muda para no volver transpirado.

- ¿Qué tal entrenar con las medidas de bioseguridad?

-Es rarísimo porque en el entrenamiento tienes ese distanciamiento de dos metros, llegas y dejas las llaves del carro, te pones las mascarillas, tienes un sector propio para hidratación. Es muy raro, pero estábamos tan contentos de volver que al final no importó eso.

- ¿Y la camaradería?

-La charla con los compañeros no se pierde porque te escuchan igual. Si bien hay que estar distanciados, puedes tener un mínimo contacto. Fue buenísimo porque nos estuvimos viendo 70 días por Zoom, eso fue lo raro de todos esto, y no veíamos la hora de volver a entrenar. Ya pudimos volver y es un gran avance y esperemos ya en julio jugar.

- ¿Cómo reaccionó físicamente?

-Capaz uno sufre más la vuelta que otro, en lo personal no me cuesta mucho físicamente, quizá el aire que se pierde. El tema de la resistencia, sobre todo, es lo que más entrenaremos en este tiempo para ponernos bien como antes. Pero con el tema de la pelota no hemos hecho mucho porque no podemos tener ese roce, pero sí trabajos de pase, que debemos agarrarlos de a poco.

- ¿Qué pasó con Barcelona? Iniciaron bien y luego resbalaron.

-El cansancio se siente, los viajes, pero veníamos con un envión buenísimo y eso hace que todo lo anterior se sienta menos, veníamos de pasar en Uruguay, Perú y Paraguay, motivadísimos. Después en el torneo nos costó un poco, porque es normal que a veces te metes de lleno en una competencia y la otra la descuidas un poco. No queríamos tener todo este tiempo de descanso, pero un poco nos sirvió para reacomodarnos y volver al nivel del arranque.

- ¿Con quién se siente cómodo en la cancha?

-Tenemos buenísimos jugadores. Pero obviamente como se ha visto con el Kitu (Díaz) nos entendemos muy bien, con Fidel (Martínez) con el Loco (Álvez). Yo antes los veía y enfrentaba y ahora es increíble jugar con ellos. También se suma Mike Arroyo, que la gente sabe lo que significa y podamos hacer buenas duplas.

- Cuéntele a nuestros lectores cómo ha visto a Arroyo.

-Está bárbaro. Yo pienso que ya está listo para jugar porque se lo ve bien. A todos nos gusta jugar con los mejores y Mike es uno de ellos, ojalá podamos compartir buenas cosas.

- ¿Qué jugador lo deslumbra de Barcelona?

-Obviamente de los que juegan y se ven no descubrimos nada. Pero Wacho Vera me encanta cómo juega. Otro es Cetre, quien vino de Santa Rita y es muy bueno. Este correr para todos lados es insoportable.

- ¿Qué pasó en el partido contra Liga en Casa Blanca?

-La gente estaba esperando ese partido sobre todo por el historial de que no se puede ganar ahí. Saber que estuvimos tan cerca queda la sensación recontraamarga porque tuvimos que viajar después a Brasil. Por unos días queda esa sensación de que no lo puedes superar por cómo se dio el partido. En definitiva estuvimos a cuatro minutos de ganarlo y ni siquiera lo terminamos empatando, sino que lo perdimos en la última jugada, imagínate lo que eso significa. Pero bueno, esperemos que pronto nos volvamos a encontrar.

- ¿Conversó con Alemán luego de ese penal errado?

-Me acuerdo que después del partido, Cristian se hace un estudio y no viaja y esos tres o cuatro días no lo vimos a él. Sabíamos que estaba amargado y triste por lo que le tocó vivir personalmente. Pero yo remarco que lo pateó, podía errarlo o acertarlo. Pero no hay que agarrársela con él. Es un tema superado, entiendo que la gente le puede doler aún, hay que entender a todas las partes.

- ¿Hubo propuestas de otro club ecuatoriano?

-No te voy a mentir, hubo varias cosas que no viene al caso decir qué pasó, pero la llamada del presidente de Barcelona, más la del técnico, sirvieron para que pueda venir.