Una semana después de colocarse líder por primera vez en la temporada, el Arsenal abrió un hueco de cuatro puntos con su perseguidor más cercano, el Manchester City, al vencer en casa al Wolverhampton Wanderers (2-1).

Los goles de Bukayo Saka y Martin Odegaard, que también vieron puerta entre semana en la Champions League, sirvieron para doblegar a un Wolves que, pese a la ventaja de disponer de un mayor descanso, fue excesivamente inofensivo y apenas plantó cara a los Gunners hasta los minutos finales, cuando un gol de Matheus Cunha les dio una inesperada vida extra.

Durante la primera media hora, el Arsenal pareció vivir una prolongación de la exquisita goleada ante el Lens en la Champions con la que sellaron su pase a octavos de final siete años después. Salieron en tromba y arrollaron al Wolves, que se llevó la primera bofetada a los seis minutos.

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Arsenal aventaja en cuatro puntos al Manchester City, que jugará el domingo 3 de diciembre contra el Tottenham Hotspur, y en cinco unidades al Liverpool, que se medirá en casa al Fulham.

El Wolves, que suma dos derrotas consecutivas, sigue teniendo un colchón considerable respecto al descenso y son décimo terceros, con quince unidades, seis respecto a las posiciones de caída al Championship.

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