Reparar una caja de cambios, ya sea mecánica o automática, es el servicio más costoso que podría necesitar el propietario de un automotor a nivel nacional; no obstante, es el elemento del vehículo que muchas veces menos se protege con mantenimientos preventivos, que incluyen el cambio de aceite.

Así lo aseguran expertos en mecánica automotriz. Y es que muchas veces el sonido del roce de las piezas llegan a ser la principal alerta, más no porque el conductor le dé una importancia preponderante. Incluso cuando hay algún desgaste se presentan dificultades para realizar el cambio de velocidades, pero ni aún así, quizá por desconocimiento, los propietarios de autos acuden al taller para la revisión.

“La caja de cambios alerta, comienza a sonar; ya sea por falta de aceite las piezas se pegan o porque muchas veces, en temporada invernal, se llena de agua; cuando eso sucede se deterioran los rulimanes, las canastillas, en sí, el engranaje de la caja”, explica Hugo Soriano, mecánico con más de un cuarto de siglo de experiencia profesional.

Los expertos aclaran que la caja del vehículo también se puede afectar porque se realicen mal los cambios de velocidades, es decir, cuando un conductor es inexperto o no tiene el cuidado. Lo que puede ocasionar la rotura de alguna pieza.

“Jamás se deben bajar bruscamente los cambios, sino de manera gradual. Si está en quinta velocidad, ir a la cuarta, la tercera y así hasta llegar a primera. Si lo hace bruscamente, de cuarta a primera, rompe las piezas”, explica Soriano.

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En lo que respecta a los cuidados y reparación de una caja de cambios automática, Carlos Jiménez sostiene que suele ser más costosa porque es una labor más exigente. “Es un trabajo mucho más minucioso y tedioso porque son cajas electrónicas; además el sistema eléctrico se ve afectado por lo que muchas veces la pieza se quema. Debemos tener precisión o no hallamos la solución. Otro detalle que sube los costos es la importación de los repuestos”, indica.

En cuanto a la renovación del aceite de la caja de cambios, aunque los fabricantes refieran un tiempo más extenso para renovarlo, los profesionales indican que, al menos en Guayaquil, donde en temporada invernal se debe transitar por calles y avenidas anegadas, es recomendable cambiarlo cada seis meses, o máximo cada 30.000 km.

En Guayaquil, si se requiere de los servicios de un mecánico automotriz, experto en mantenimiento y reparación de cajas de cambio -de cualquier tipo-, se puede encontrar una veintena de talleres hacia el centro este, en la calle Alcedo y la 18 (y zonas aledañas). Eso entre muchas opciones más.

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