Los avances son constantes, nunca se detienen y mucho menos cuando se trata de innovaciones tecnológicas. Si los smartphones flexibles y enrollables eran ya una novedad, pues ahora serán elásticos y expandibles, según se evidenció en la conferencia ISS (International Conference on Interactive Surfaces and Spaces) 2019.

¿Cómo se consigue esto? Pues se trata de muchos segmentos rígidos interconectados por puentes flexibles, sin importar que la pantalla se estire, doble, encoja, nunca perderá rigidez suficiente para impedirle seguir funcionando como monitor.

Algunas complicaciones

¿Por qué estas versiones de smartphones empezaron a presentarse recién en 2019? Porque debido a la complejidad que requería su fabricación, muchas firmas no conseguían encontrar la estabilidad perfecta para sus dispositivos con las pantallas OLED (más llamativas, con un alto brillo y contraste). 

Además de lo anterior, otro problema que presentan los celulares flexibles es que al estar completamente desplegados aparecía una protuberancia en la curvatura de la pantalla.

La empresa estadounidense, Motorola, es la única firma en la actualidad que ha podido solucionar estos defectos con su reciente móvil MotoRazr. Lo lograron mediante el desarrollo de un mecanismo de bucle complejo, mismo que permite que la pantalla se adentre en la carcasa al plegarse.

Propuesta y solución

Michael Ortega y Alix Goguey, de la Universidad de Grenoble, Francia, elaboraron un prototipo con muchos módulos cuyo número es potencialmente ilimitado y que pueden usarse potencialmente en tabletas y teléfonos con pantallas extensibles.

Debido a la base rígida, pero con puentes flexibles y extensibles, todo el conjunto puede doblarse y estirarse libremente. En este caso, después de doblarse, la estructura conserva su forma.