Una alfombra de vidrios rotos se coloca en el escenario. Las luces se vuelven tenues. Entre sombras, se observa la figura de un hombre que camina lentamente sobre el novedoso tapete haciendo que los crujidos se escuchen en todo el auditorio. El descalzo caballero se presenta. Se trata de Joaquín Zevallos Macchiavello, un importante empresario que ese día dejó los zapatos de cuero de su traje ejecutivo para hablar de cómo superar miedos y transformar la mente en el intento.

Líder empresarial, diplomático, exministro de Estado, catedrático, coach y conferencista internacional, Zevallos tiene un extenso currículum que lo llevó desde trabajar en procesos de negociación de paz hasta tener una participación en un documental de Netflix.

Pero, ¿cómo este personaje que fue presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil y llegó a ser recibido por presidentes, jefes de Estado y ganadores de Premios Nobel, hoy en día habla sobre romper tablas de madera, doblar varillas de construcción y caminar sobre vidrio y fuego?

Joaquín Zevallos es uno de los 12 master coachs a nivel mundial que utilizan técnicas de alto impacto como las mencionadas, para que las personas se enfoquen en las oportunidades en lugar de sus miedos y así mejoren su productividad y compromiso para las organizaciones para las que trabajan.

Sus inicios

La visión que las personas tienen sobre el mundo se construye con base en lo que han experimentado, y la vida de Zevallos no es la excepción. Su infancia estuvo llena de desafíos, pues aunque se consideraba un niño feliz, vivió en un internado desde los 6 hasta los 12 años en Inglaterra, en el Hill House School.

“Eran muy estrictos y uno aprendía a punta de caña y de suela de zapatos. Nos prepararon para comernos el mundo y una de las cosas que con el tiempo aprendí es que para lograr los objetivos no es necesario ser duros, la fragilidad también es válida”.

De allí destaca que las metas pueden alcanzarse con constancia y comunicación. Su perseverancia hizo que estudie en la Universidad de Standford y en la IDE Business School, y que en su juventud ocupe cargos que eran para empresarios casi retirados, como ser cónsul honorífico de Australia para Ecuador.

Un autogol y una reinvención

“En la vida, al igual que en el fútbol, hay muchos partidos difíciles”, reflexiona Zevallos en esta entrevista con SEMANA. ¿El peor? En su caso, hacer elecciones que afectaron a su familia, sus socios y amigos más cercanos. “La gente cambia por inspiración o por desesperación. Yo lo hice por ambos, por aprender de gente que me inspira y por desesperación debido a malas decisiones mías”, confiesa respecto a épocas complicadas de su vida.

Esa reinvención y su firme creencia de que podía renovar su vida hicieron que entienda que aunque existen factores externos que no puede controlar, hay otros internos en los que sí puede hacerlo, cambiando su forma de pensar y el significado que se le da a lo que pasa en la vida.

“Todos tenemos una historia y si fuéramos capaces de ponernos unos anteojos que pudieran ver las cicatrices en los demás, nos sorprenderíamos. Sin embargo, hay personas que a pesar de sus dolores y sus cicatrices se reinventan”.

El arte de lo imposible

La única constante en el mundo es el cambio y el cambio produce miedo. Para superarlo, jefes y empleados tienen que estar alineados y enfocados en trabajar su subconsciente. Por ello, el experto enseña las técnicas de alto impacto, que generan una experiencia inigualable y que transforman el pensamiento.

Romper madera con la mano simboliza dejar atrás el pasado lleno de negatividad para avanzar; doblar la varilla con la garganta crea un lazo entre los colaboradores y mejora la comunicación verbal y corporal; caminar sobre vidrios rotos es una metáfora para entender que cualquier reto es posible de superar con el poder de la mente, y hacerlo sobre fuego fortalece la autoestima y el trabajo en equipo.

“De esta manera lo imposible se convierte en posible y descubro que los problemas tienen cuatro elementos: no duran para siempre, tienen solución, traen aprendizajes y te muestran quiénes de verdad te acompañan”.