Los tiempos que vive el mundo por el COVID-19 son de incertidumbre, tristeza y pesar (unos lo viven con mayor o menor intensidad), pero hay quienes han empleado al humor como recurso para desconectarse por lo menos un momento de las consecuencias del virus.

Es que reírse trae grandes beneficios a la salud física y mental, así lo señala el psicólogo Jorge Flores, quien afirma que al ponerlo en práctica nos ayuda a fortalecer el sistema inmune, nos permite disminuir los niveles de ansiedad, nos sirve para canalizar las emociones negativas contenidas que nos han tenido en un bajón anímico. Y neurológicamente es un aliciente para el cerebro.

"Hacerlo sería una fuga transitoria del estado de malestar en el que se encuentran tal vez muchas familias que lamentablemente perdieron a un ser querido. Asimismo otra característica de esta pandemia es el miedo excesivo que ha llevado a un estado extremo de cuidado personal, el humor es una vía de escape", expresa Flores.

Hay diversas situaciones que se están presentando en esta cuarentena, desde el estreno de algunas personas en la cocina hasta la desesperación de una jovencita, Sulay Rendón, quien está harta de los incontables mensajes que le llegan al whatsapp de su madre con la supuesta 'cura' del coronavirus, los cuales van desde un macerado de jengibre, gárgaras de sal, saunas de eucalipto, entre otras alternativas para hacerle frente al virus... ¿esto te suena familiar?

También están quienes recurren a la música para arrancar carcajadas, este es el caso de Diego Cadena, quien cambió la letra de la canción 'Numa numa yei', éxito del verano europeo del año 2004, interpretado por O-Zone, grupo moldavo-rumano. El colombiano abordó el desabastecimiento de los alimentos en casa. Míralo y ríe un rato...

La ecuatoriana Verito Álava también ríe y hace reír. Ella presenta la videoterapia de Cristina, quien en este encierro está padeciendo de ataques de pánico y ansiedad, para ello requiere de las citas virtuales de su psicóloga.

Otra de las situaciones que ha surgido en este tiempo de confinamiento es el teletrabajo y Paulina Villalpando lo fusionó con su estreno en los quehaceres de la casa. Para ello es asistida por su doméstica, quien le da las indicaciones por videollamada de todo lo que tiene que hacer. 

Sonríe, ríe o carcajéate y no sientas pena de hacerlo. Las primeras son muestras de felicidad y la última, la carcajada, es la explosión del júbilo.