El remedio no está curando la enfermedad. La nueva receta para dar gobernabilidad al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) está arrastrando los problemas de siempre de la entidad, señalan analistas.

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La intención de querer abrir el espectro de organizaciones que decidan sobre la integración del Consejo Directivo del Seguro Social, a criterio de la experta Patricia Borja, está fracasando por los inconvenientes que ya presenta el proceso e, incluso, lo empiezan a dilatar.

Según relata, la reforma a la Ley de Seguridad Social de 2021 establece que el Consejo Nacional Electoral (CNE) sea el que organice el proceso de elección de vocales del Consejo Directivo. Sin embargo, el proceso ha presentado complicaciones.

“En los reglamentos del órgano electoral se determinó que sea el IESS quien deba remitir la nómina de las organizaciones vinculadas a la seguridad social”, dice y recuerda que el Seguro Social no ha cumplido.

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Dicho incumplimiento incluso motivó que el pleno del Consejo Nacional Electoral apruebe, el 2 de octubre, la presentación de una denuncia electoral en contra de la máxima autoridad del Seguro Social.

Estas primeras complicaciones en el proceso de elección de vocales del Consejo Directivo, según acota el representante de las asociaciones de jubilados, Henry Llanes, demuestran que la nueva receta de gobernabilidad aprobada por la Asamblea Nacional para el IESS arrastra viejos problemas de la entidad.

“No se ha cambiado nada, sigue el problema de la representatividad”, señala y argumenta que en el país no hay suficientes organizaciones que logren representar el universo de asegurados y empleadores, y que esto se puede ratificar con la dificultad que tiene el Seguro Social de remitir el listado al CNE.

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En ese sentido, Borja destaca que las complicaciones en este nuevo proceso podrían implicar que, como sucedió antes, los vocales del Consejo Directivo deban prorrogar sus funciones, minando el espíritu de la nueva normativa, que pretendía brindar mayor dinamismo y gobernabilidad a la institución.

Además, según advierte Manuel Muñoz, expresidente de la Confederación de Jubilados y Pensionistas del IESS, esta nueva fórmula para conformar el Consejo Directivo tampoco brinda un justo espacio a todos los sectores involucrados en la seguridad social.

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“Esto es un desbarajuste. Los jubilados debemos tener un vocal en el Consejo Directivo”, menciona y alerta que no hacer una correcta reforma a la institucionalidad del IESS, como organismos internacionales han recomendado u otros países aplican, la entidad siempre podrá ser presa de intereses ajenos, incluso de tinte político.

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