Fue el lunes más triste para San Vicente. La bandera del cantón a media asta y un listón negro grande en el balcón del edificio municipal fueron las imágenes del luto. Los integrantes de la familia municipal y los simpatizantes llegaban esta vez a despedir a su alcaldesa Brigitte García.

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El despacho luce triste sin la sonrisa y carisma de Brigitte. Unos documentos de sus últimas gestiones reposan sobre su escritorio. Un cuadro del líder político al que admiraba, Rafael Correa, y que le fue obsequiado por sus simpatizantes en su cumpleaños llama la atención en una de las paredes.

Cerca de las 10:00, el cadáver de Brigitte García llegó hasta el edificio municipal desde la parroquia Canoa, su tierra. Un contingente de militares y policías le acompañó en caravana.

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“Ay Brigitte, mi Brigitte, no... Brigitte”, exclamaba el hombre mientras abrazaba el ataúd. Una dama al interior de la furgoneta lloraba de forma desgarradora. La escena era conmovedora. Luego un grupo de obreros municipales cargaron en hombros el féretro hasta los exteriores municipales.

Un pasillo de mujeres vestidas de blanco recibió a Brigitte. Lo hicieron entre aplausos y lágrimas. Unas 500 personas estaban apostadas en la explanada donde se levantó la capilla ardiente. Junto al ataúd una fotografía gigante de la sonriente Brigitte conmovió a los presentes.

En un programa especial se hizo una remembranza de Brigitte. Se recordó que fue Reina de Canoa, representante juvenil para gestionar ayuda en el terremoto del 2016, candidata a parlamentaria andina y subdirectora provincial de la Revolución Ciudadana.

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Representantes religiosos, obreros y dirigentes barriales hicieron uso de la palabra. Carlos Javier Mendoza, presidente del consejo barrial, fue uno de los más conmovidos. “No es un lunes normal, hoy no está Brigitte para saludar y conversar sobre los planes para engrandecer y mejorar nuestro cantón. Hoy estamos aquí para despedirnos de una joven que lideraba y quería lo mejor para su tierra”, dijo.

La familia de García permitió que el pueblo vea su cadáver y se despida. Bajo un inclemente sol los habitantes que llegaron desde diferentes barrios y de las zonas rurales formaron filas para este último adiós. Este acto se extendió hasta las 13:00 del 25 de marzo de 2024.

Luego el cuerpo fue trasladado nuevamente hasta la parroquia Canoa, donde será velado hasta la mañana del 26 de marzo de 2024. Su sepelio está previsto para las 16:00 en el cementerio parroquial.

Arribaron varias autoridades, como el prefecto de Manabí, Leonardo Orlando; el presidente de la AME Zona 4, Manuel Panezo; el burgomaestre de Jaramijó, Simetrio Calderón; y representantes del correísmo.

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