
La salud economica de las farmacias, afectada
Su principal objetivo es cuidar la salud de sus clientes, pero paradójicamente las farmacias han ‘enfermado’, al menos desde el punto de vista económico. Así pinta el escenario del sector José Zambrano, presidente de la Asociación de Propietarios de Farmacias del Guayas (Asofar-G) cuando dice a Diario EXPRESO que las ventas han caído entre un 20 % a un 50 %. “Como efecto de ello unas tres farmacias han tenido que vender el negocio, hace dos meses”, agrega. ¿Qué es lo que más afecta al sector de las farmacias? “El que las farmacias tengan que pelear el mercado con los mayoristas”, indica Zambrano. Explica que aunque grandes distribuidoras como Difare ha firmado un acuerdo para competir lealmente, todavía hay mayoristas que venden los productos más económicos al consumidor final y además abren locales en el Guasmo y en el Suburbio. Para tomar una decisión sobre esto, el gremio se reunirá los próximos días con el fin de elaborar un documento donde expliquen a las autoridades los problemas que afectan al sector. Referente a la situación laboral, Zambrano indica que las bajas ventas los obliga a reducir el personal. “Las farmacias que tenían tres colaboradores se han quedado con uno, para poder resistir la contracción económica que hay”, manifiesta. Y las cifras lo corroboran. Según un informe de Deloitte la farmacéutica ocupa el quinto lugar entre los sectores productivos que más desvinculación y rotación de personal tuvo durante el 2015 (11,9 %). La situación difícil de las farmacias es similar a la que viven los laboratorios, donde se elaboran las medicinas. Miguel Palacios, director ejecutivo de la Asociación de Laboratorios Farmacéuticos Ecuatorianos (ALFE), dice que la industria farmacéutica se encuentra en una incertidumbre con respecto a las inversiones que ha efectuado. ¿Por qué? “Porque no tienen una preferencia adecuada para participar en la subasta de compra pública de medicina y deben competir con las grandes multinacionales”. Como efecto de ello está paralizada la inversión y si la situación sigue así es posible que se tenga que despedir al personal, agrega Palacios. Explica que desde mediados del 2015 se empezó a hablar de la subasta de cómo se llevaría y eso afectó en las proyecciones del negocio y en lo laboral. Además se estima que en el 2016, por la contracción económica, habría una reducción de un 20 % de la compra del consumidor final. En contrapunto Renato Carló, presidente de ALFE, indica que el Gobierno debe darse cuenta que con la subasta inversa del 2011 ocurrió lo contrario: hubo inversiones, aumentaron las plazas de trabajo en el sector y el país ahorró en un año unos 212 millones de dólares al comprar medicina nacional e importar menos. Entonces es el Gobierno que tiene en parte el remedio. Según ALFE en la industria farmacéutica trabajan directa e indirectamente alrededor de 15.000 personas, que son los rostros detrás de las cifras que habría que cuidar.