El panorama electoral todavia esta por definir
Incierto e indefinido. El panorama electoral luce todavía poco claro. El oficialismo y la oposición tejen el camino para participar en las próximas elecciones nacionales de 2017.
Alianza PAIS concurrirá, por primera vez, sin su líder principal y en medio de una crisis económica que podría restar puntos al Gobierno de la revolución ciudadana.
No tiene un candidato presidencial definido, pero la figura del exvicepresidente, Lenín Moreno, parece partir con más ventaja que la del actual segundo mandatario, Jorge Glas.
“Moreno es un mejor candidato desde la perspectiva electoral y reúne mayores simpatías. El movimiento está en proceso de definir a sus representantes”, contó a EXPRESO Oswaldo Larriva, exasambleísta de esa agrupación.
La lista 35 está optimista en el terreno parlamentario y afirma que conseguirá la mayoría, aunque no absoluta, según reconocen sus legisladores.
La oposición está dividida en tres tendencias: la derecha, el centro y la izquierda. La primera está ‘partida’ en dos. Por un lado está La Unidad, encabezada por el socialcristiano Jaime Nebot, que ha declinado la candidatura a la primera magistratura del país. “Ahora estamos en el proceso de estructuración del partido, de adhesiones, formación de comités. En julio definiremos las candidaturas”, señaló a este diario el director del Partido Social Cristiano (PSC) en Pichincha, Santiago Guarderas.
La Unidad reúne a otras tres agrupaciones de centro-derecha: SUMA, con el alcalde de Quito, Mauricio Rodas; Podemos, con el prefecto de Azuay, Paúl Carrasco; y Avanza, con el exministro de Industrias Ramiro González. En este último partido hay problemas internos, que serán analizados en la convención nacional del próximo 2 de marzo, en Quito.
En esta coalición, extraoficialmente, se manejan dos nombres para posibles candidatos presidenciales: Carrasco y el general Paco Moncayo, exalcalde de Quito y exasambleísta.
El grupo también plantea una alianza parlamentaria con todas las fuerzas políticas para borrar los rastros de las normas gubernamentales. Por ejemplo, la Ley de Comunicación, que ha asfixiado a periodistas y medios.
La otra organización de esta tendencia busca sus propios aliados y está representada por Guillermo Lasso, de CREO. Él está dedicado de lleno a la campaña electoral para ocupar el sillón presidencial.
Este proyecto, que formó Compromiso Ecuador, un conglomerado de colectivos políticos, sociales, sindicales e indígenas, ha trazado su línea base: la unidad en favor de la familia y la protección del empleo.
Pero, a diferencia de los demás, CREO sobresale en la intención de voto, según las encuestas de Cedatos. El legislador de ese movimiento Wilson Chicaiza cree que “el panorama está claro: hay un solo líder de oposición, que es Lasso”.
En el centro, se puede ubicar a Fuerza Ecuador (FE), cuyo líder es el candidato a la presidencia Abdalá Bucaram Pulley. Y a Sociedad Patriótica, fundado por el expresidente Lucio Gutiérrez. “Se necesita hacer primarias, pero algunas organizaciones imponen sus candidaturas. Será difícil que se logre la unidad”, comentó el dirigente de ese partido, Fernando Balda.
En la izquierda está Unidad Popular, que ya lanzó a su representante presidencial, Lenin Hurtado. Y Pachakutik, el brazo político de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que vive una discusión de liderazgos por intentar alianzas con la derecha para enfrentar al oficialismo.
A este bloque de izquierda se suman otros descontentos con el Gobierno. Los frentes sociales como los jubilados del Issfa y la Universidad Andina son los últimos en unirse. Para algunos analistas, esa es una señal de que la oposición de izquierda podría unirse en torno a un solo candidato contra el correísmo.