Casas rústicas con estilo colonial cuentan más de una leyenda en San Francisco de Las Pampas. Esta parroquia abarca más de 150 años de historia. Está en el subtrópico de Cotopaxi.

Sus viviendas altas, de madera y con grandes balcones tienen un halo de magia con historias propias y ajenas que se combinan entre el tiempo pasado y la actualidad.

Cada una de las construcciones guarda el alma de sus protagonistas, los habitantes de Las Pampas, que llegaron con ganas de prosperar produciendo la tierra.

Esta comunidad con más de cinco mil habitantes tiene 70 años de ser parroquia de Sigchos, pero según cuentan sus pobladores, cuando llegaron los primeros colonos, hace unos 130 años, encontraron restos de cerámicas antiguas.

Lea también: Las misteriosas tumbas japonesas están bajo llave

Según la historia, presumen que los Puruhuás llegaron a esas tierras por el siglo X, para protegerse de la persecución de los Caras. En la actualidad su población mayoritaria es mestiza.

Rubén Balseca, presidente del Gobierno Parroquial, mencionó que los propietarios de las viviendas las han conservado con el pasar de las generaciones.

No tienen un censo de cuántas viviendas aún mantienen su estilo colonial, pero esperan que en algún momento sean consideradas patrimoniales.

Juan Carlos Carvajal, directivo del colectivo Defensor del Agua y la Vida, agregó que la parroquia debería ser considerada patrimonio del país y esperan pronto llevar a cabo el pedido respectivo.

San Francisco de Las Pampas limita con Santo Domingo de los Tsáchilas. Sus principales actividades productivas son la ganadería y la producción de panela. De aquí salen cada día alrededor de tres mil litros de leche para las queseras y cuentan con fábricas familiares y una comunitaria para elaborar la panela.

Carvajal, quien es un pequeño productor, aseguró que al menos 800 familias se dedican a cultivar la caña de azúcar, que se convierte en la materia prima de las fábricas.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!