
Un pais ideal para cultivar el paisajismo
El día que llegó al Ecuador, hace casi ocho años, Ben Huguet quedó encantado, tanto como un niño que por primera vez entra a una juguetería. Pero en lugar de juguetes, a este paisajista francés lo deslumbraron las orquídeas, las especies de bambú y muchas otras plantas que hay acá.
“Mi esposa es ecuatoriana, la conocí en Europa y cuando vine de vacaciones a conocer la familia de ella, me enamoré del clima, de las plantas, cuya variedad es increíble, es un paraíso”, relata el joven, quien aún luce extasiado por su descubrimiento.
Solo el hecho de que el Ecuador tenga la mayor variedad de especies de orquídeas en el mundo, ya es suficiente motivo para cautivar a cualquier extranjero amante de la naturaleza, y a Huguet no solo eso lo ha impresionado. También ha podido observar que acá hay asociaciones dedicadas a promocionar esta flor. Pero a él también le han fascinado las variedades de guadua que hay en esta región, muchas de las cuales son nativas de Ecuador, Perú y Colombia. “Acá hay bambús finos, enanos, de todo tipo”, recalca.
Su profesión tiene el nivel de un ingeniero en Francia. El paisajista diseña áreas verdes. Puede también construir desde el jardín de una casa, hasta los bordes de una autopista, diseñar redondeles, incluso planificar el urbanismo de una ciudad. Acá en Guayaquil, Huguet presta sus servicios al estudio de arquitectos Renova, cuyo titular, Jonás Vinueza, dice que vio en él a un gran profesional con el que su firma tiene “coincidencias verdes”.
Pero el espíritu inquieto de este especialista no parece dejarlo tranquilo ni satisfecho nunca. Así como viaja mucho a las zonas selváticas y humedales del país, también quiere estar presente en las ciudades, donde considera que hay mucho potencial por desarrollar en su área.
“Me interesaría, si es que se puede en algún momento, trabajar para algún municipio para poder realmente influir”, confiesa. He movido algunos contactos pero todavía no se libera algún puesto”.
Por ahora busca desarrollar unos cursos para gente interesada en este oficio, que él considera que es muy poco conocido acá, pues ha notado que en ciertas universidades las pocas opciones de paisajismo “solamente quedan como opción” o no constituyen una carrera completa.
“Hay muchas fallas, la gente tiene que capacitarse de manera empírica, solamente practicando y preguntando y viendo por Internet, y esa no es la mejor manera de prepararse”, sentencia el profesional.