En El Oro, el feriado se hizo sentir a través de una serie de eventos que permitieron el encuentro entre las familias y los amigos. En el marco de los 25 años de aniversario del Acuerdo de Paz entre Ecuador y Perú, se desarrolló, por ejemplo, el Festival Binacional ‘El Oro Uniendo Fronteras’, en el parque Zoila Ugarte de Landívar, en Machala. 

Decenas de orenses acudieron al lugar para degustar la gastronomía ecuatoriana y peruana. “Lo que buscamos es mostrar las dos culturas, donde los expositores enseñan sus tradiciones, gastronomía, artesanías y arte”, aseguró Nelly Rey Suquilanda, presidenta de la Cámara de Turismo de El Oro.

Ana María Valenzuela, guayaquileña que estuvo en el lugar, dijo estar feliz de “cerrar el feriado con buena comida”. “Amo la comida peruana, la parihuela, el ají de gallina... Tengo familia en Machala, pero al enterarnos de esta actividad, viajamos y pues aquí estamos. Festejando el pacto de paz. Ya mañana me regreso a mi ciudad, que está de fiesta”, señaló, mientras hacía fila en uno de los stands.

Platos típicos preparados por emprendedores del sector pesquero artesanal, a base de pescado de mar y agua dulce, camarón, concha, cangrejo y calamar, fueron los protagonistas.

Según Rey Suquilanda, el festival incluyó la participación de emprendedores de diversas índoles. Además, hubo presentaciones artísticas de folclore, pasarela con la participación de reinas y autoridades.

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Desde el tigrillo, pasando por el café, hasta una extensa variedad de ceviches y comidas marineras, degustaron los visitantes durante las nueve horas que duró el encuentro.

Pese al nivel de violencia que se ha registrado este año en El Oro, los comerciantes y dueños de restaurantes, además de visitantes, tuvieron un respiro. Hubo quienes, después del acto, viajaron hacia la playa de Jambelí para terminar allí su día.

Las cooperativas de botes que prestan el servicio de traslado hacia el balneario, desde temprano se llenaron de bañistas que hicieron fila en el Muelle de Cabotaje de Puerto Bolívar para subir a las embarcaciones que los llevarían a este lugar, ubicado en la isla del Archipiélago.

“A pesar de la inseguridad que vivimos, decidimos acudir a Jambelí porque está más cerca. Usted sabe que el dinero no alcanza. Voy con mi esposo y mi hijo. Estaremos solo este día y ya retornamos, pero esto era más que necesario”, contó Jenny Márquez, oriunda del cantón Ponce Enríquez, provincia del Azuay.

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