El centro comercial Samborondón Plaza (der.), es uno de edificios que evidencian daños parciales con el movimiento sísmico que afectó las provincias de Manabí y Esmeraldas, mayormente.

La norma antisismica se ‘mueve’ con edificios

Una reseña detalla los daños causados por el terremoto de 8 grados en la escala de Richter que afectó a Guayaquil la noche del 13 de mayo de 1942. Varias construcciones se cayeron y se contaron 40 muertos.Hubo también edificios que aguantaron el

Una reseña detalla los daños causados por el terremoto de 8 grados en la escala de Richter que afectó a Guayaquil la noche del 13 de mayo de 1942. Varias construcciones se cayeron y se contaron 40 muertos.

Hubo también edificios que aguantaron el sismo. Uno de ellos, el ubicado en la esquina de Baquerizo Moreno y Junín. El que 74 años después sigue en pie. Antes se llamó hotel Pauker, hoy Élite Internacional. “Pasamos un gran susto”, dijo ayer José Cisnero, su administrador. “Pero luego de eso, el edificio sigue intacto”.

¿Por qué a esta construcción no le afectaron dos sismos fuertes, mientras otras más actuales presentaron ciertos daños con el último?

Urbano Caicedo, director de la Escuela de Ingeniería Civil, de la UEES, y Xavier Vera Grunauer, director del Instituto de Investigaciones de Ingeniería de la Universidad Católica, explican las razones.

“Se debe tomar en cuenta el tipo de suelo sobre el que se asienta”, menciona Vera, quien considera que muchos de los daños que se observan se originan en lo que en ingeniería se conoce como ‘efecto de sitio’. “Guayaquil tiene suelo arcilloso que amplifica el movimiento sísmico”.

Caicedo dice que quienes construyeron edificios en los años 40 y 50, no tenían herramientas para determinar con certeza el comportamiento de una estructura, por lo que tomaban mayor seguridades. “Vemos edificios con columnas muy robustas. Es una de las características de esas obras”.

Para estos especialistas una herramienta clave para los constructores aplica hace año y medio: Normas Ecuatorianas de Construcción (NEC), cuyos primeros capítulos el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda emitió en el 2014.

¿Se está cumpliendo con su aplicación? José Núñez, asesor de urbanismo del Municipio local, dice que los GAD verifican el cumplimiento de las normativas y ordenanzas municipales, sobre uso del suelo, espacio, etc..., pero que “son de responsabilidad de los profesionales cumplirlas y aplicarlas, tanto técnicos calculistas como constructores, y otros técnicos, en el marco del Código Civil que establece responsabilidad ulterior hasta por 10 años”.

Ni Caicedo ni Vera creen que existe un real control de la aplicación. “Esto (el sismo) debe ser un llamado de atención para tratar de que estas normas se cumplan verdaderamente”, dice Caicedo.

Vera hace mención de algo: el Municipio de Guayaquil no recibe aún los estudios de escenificación sísmica, que permitan determinar con más precisión las demandas sísmicas y los efectos de suelos, algo que es indispensable en la aplicación de las normas. “Ya existe, se lo presentó en el 2014, pero la Secretaría Nacional de Riesgos aún no lo entrega”.

Ambos consideran que lo que se da al momento es un proceso de entrega y recepción de la información técnica -planos y estudios-, pero no se hace un seguimiento del proceso constructivo.

De las estructuras, 243 edificios y casas que quedaron con daños parciales luego del sismo del pasado sábado, casi en su totalidad se construyeron antes de la aplicación de las NEC.

El The Point -Puerto Santa Ana- con cuarteadura en una pared, se inauguró en enero del 2013. Mientras que el edificio donde funciona la Unidad de Flagrancia, en la avenida de las Américas, abrió en diciembre del 2012.

Ambos especialistas recuerdan la filosofía de la ingeniería antisísmica: lo que menos puede fallar en un edificio, durante un sismo, es la estructura (columnas). El cuarteamiento de paredes y aflojamiento de enlucido, no implica necesariamente el colapso de una construcción, concluyen.