EE. UU. reactiva redadas migratorias en restaurantes, hoteles y granjas
Estados Unidos ha reactivado redadas migratorias generando temor e incertidumbre en miles de trabajadores indocumentados
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés) ha reactivado una serie de redadas migratorias en sectores económicos clave como restaurantes, hoteles y granjas. Esta medida, que marca un cambio en la política migratoria respecto a años anteriores, busca identificar y detener a trabajadores indocumentados que, en muchos casos, han formado parte esencial de la economía estadounidense.
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Las operaciones se han intensificado especialmente en estados con alta población inmigrante, como Texas, California y Florida. Agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) han llevado a cabo inspecciones no solo en los lugares de trabajo, sino también en zonas residenciales cercanas, lo que ha encendido las alertas dentro de las comunidades latinas.
Sectores en alerta
Las industrias más afectadas han sido las del campo y la hospitalidad, sectores históricamente sostenidos por mano de obra migrante. Según datos recientes del Pew Research Center, más del 40% de los trabajadores agrícolas en EE. UU. son inmigrantes sin documentos, así como una proporción considerable del personal de cocina y limpieza en hoteles y restaurantes.
Aunque las autoridades han defendido las redadas como parte de un esfuerzo por hacer cumplir las leyes migratorias, organizaciones defensoras de derechos humanos han denunciado el uso del miedo y la intimidación como herramientas que pueden desencadenar efectos devastadores para familias enteras.
Clima de incertidumbre
La reactivación de estas redadas llega en un contexto electoral, lo que ha generado suspicacias sobre posibles motivaciones políticas detrás de estas acciones. Mientras tanto, miles de trabajadores temen perder sus empleos o ser deportados, incluso si llevan años contribuyendo con impuestos y sin antecedentes penales.
Diversas organizaciones han activado redes de apoyo legal y comunitario, recordando a los inmigrantes sus derechos y ofreciendo asistencia en caso de detenciones. Sin embargo, la incertidumbre persiste.
Estas redadas reavivan el debate sobre el papel de los inmigrantes en la economía estadounidense y el trato que reciben por parte de las autoridades. Mientras continúe la ejecución de estas medidas, se espera una creciente presión social y política tanto a nivel local como federal.
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