La inquietante amenaza de Irán a Estados Unidos: “Habrá daños irreparables”
El líder supremo iraní alerta que una intervención estadounidense derivaría en consecuencias severas para toda la región
El pasado miércoles, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní Esmail Baghaei declaró a Al Jazeera que “cualquier intervención estadounidense será la receta para una guerra total”, respaldando estas palabras el todopoderoso ayatolá Ali Jamenei. El líder religioso afirmó que EE. UU. “no responde bien a las amenazas” y advirtió que una acción bélica provocaría “daños irreparables”
Teherán prepara misiles para atacar bases militares estadounidenses cercanas, en países como Irak, y considera la posibilidad de minar el estrecho de Ormuz para limitar la presencia naval.
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El anuncio se produce en medio de un intercambio de ataques con Israel, donde EE. UU. valora aumentar su apoyo militar aunque aún no ha entrado abiertamente al conflicto. Mientras Washington prensa para contener la escalada, potencias como Rusia, China y Turquía piden moderación, temiendo que el conflicto derive en una crisis más amplia .
EE. UU. reactiva redadas migratorias en restaurantes, hoteles y granjas
El Departamento de Seguridad Nacional ha revocado una directiva anterior que suspendía las redadas en la industria agrícola, hoteles y restaurantes sectores donde dependían de la mano de obra migrante y ha reanudado los operativos con la meta de alcanzar hasta 3 000 arrestos diarios. Empresas y asociaciones del sector advierten sobre una “inestabilidad grave” y mencionan cierres de negocios en Texas y California por falta de personal.
A pesar de protestas masivas, especialmente en Los Ángeles, y presiones que incluso habían logrado una pausa temporal, la Casa Blanca reaccionó asegurando que perseguirán principalmente a indocumentados con antecedentes criminales. Sin embargo, grupos de derechos humanos y líderes locales denuncian que esta política siembra miedo y afecta a comunidades enteras .
¿Qué implica para el futuro?
Estos dos frentes refuerzan la noción de que EE. UU. enfrenta tensiones simultáneas: en el ámbito internacional, con el riesgo de que un conflicto en Medio Oriente escale dramáticamente; y en el interno, con una política migratoria que golpea sectores vulnerables y genera consecuencias socioeconómicas. El contraste entre la presión global y las decisiones domésticas pone a la administración bajo una lupa crítica.
Ambos escenarios, aunque distintos, evidencian el delicado equilibrio que Estados Unidos debe mantener entre su política exterior e interior. Mientras las amenazas de Irán lo empujan a tomar decisiones estratégicas que podrían encender una nueva guerra en Medio Oriente, las redadas migratorias reavivan tensiones internas que afectan a miles de familias trabajadoras. En un contexto global cada vez más volátil, las decisiones que se tomen ahora podrían tener repercusiones profundas, tanto en el panorama internacional como en la estabilidad social dentro del país.
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