Este 16 de mayo se cumple un año de que saliera a la luz que 150 pistolas policiales ya no estaban en el rastrillo del Cuartel Modelo, en el norte de Guayaquil.

Por otro lado, se desconocen los detalles del proceso de investigación para aclarar esta suerte de misterio que compromete más aún la confianza de la ciudadanía sobre la institución policial o, al menos, sobre ciertos elementos.

El comandante general de la Policía Nacional, Fausto Salinas, señala a EXPRESO el error que identificaron que habría generado el ambiente perfecto para que se cometa el hurto en la bodega de ese regimiento.

“Se realizó un informe y luego una revisión física, pero demoró muchos meses hacer la siguiente revisión física y (ahí) se dan cuenta de que no están (las armas), cuando van a realizar el proceso”, indica.

Este periódico solicitó información a la Fiscalía General del Estado para conocer en qué etapa se encuentra la investigación y el número de sospechosos o ciudadanos procesados, si es que los hay, pero hasta el cierre de esta edición no se ha atendido el pedido de información.

Como contexto, se debe citar que el anuncio del hurto de las armas del cuartel se realizó once meses después del hecho, una vez que se decomisaron nueve armas en operativos antidelincuenciales y se determinó que pertenecían a la institución.

Hasta el 11 de agosto de 2022, la Comandancia de la Zona 8 de la Policía Nacional (Guayaquil, Durán y Samborondón) informó que se habían recuperado 19 de las 150 armas desaparecidas.

Sin embargo, la Policía no dio más detalles, ya que “no tenía a la mano” esa información. Se envió una solicitud, pero no hubo respuesta hasta el cierre de esta edición.

El caso de las 150 armas es uno de los antecedentes de una suerte de inseguridad que se estaría registrando en ciertos cuarteles o destacamentos. El caso más reciente ocurrió el 12 de abril pasado cuando se robaron 44 armas del rastrillo en Naranjito, provincia del Guayas.

“Es increíble que son ellos los que tienen que brindar seguridad a la ciudadanía y no se pueden dar protección a ellos mismos. Es importante que la Policía tenga los contratos vigentes en temas de seguros y efectuar un control y seguimiento efectivo de los casos”, observa el abogado penalista Joan Paúl Egred, quien identifica que “la delincuencia conoce bien el armamento de la Policía”.

Para Jorge Villacreses, dueño de una empresa de seguridad, cuestiona que el caso siga en la impunidad: “Se dijo que se iba a dar con los responsables, nunca se llegó a conocer cuáles fueron los responsables de esas pérdidas, a nosotros nos obligan a tener altos estándares tecnológicos”.