
Margaret, una vida a pedradas
Estaba exhausta. Apenas cruzó la meta, cayó al piso de rodillas y casi sin aliento elevó una plegaria. Minutos más tarde, Margaret Karie confesó que oraba por su hijo, por su Kenia natal y por seguir ganando carreras que al fin de cuentas son el único
Estaba exhausta. Apenas cruzó la meta, cayó al piso de rodillas y casi sin aliento elevó una plegaria. Minutos más tarde, Margaret Karie confesó que oraba por su hijo, por su Kenia natal y por seguir ganando carreras que al fin de cuentas son el único sustento de una familia de más de 10 personas que están a su cargo en África.
La historia de la bicampeona de la carrera EXPRESO bien podría servir de guion para una película. Nacida y criada en medio de la precariedad de un continente donde solo Somalia y Etiopía compiten en pobreza y desnutrición, Margaret fue madre a los 16 años, se convirtió en cabeza de familia y a los 25 salió del país por la ola de violencia desatada allí. Un año más tarde empezó a recorrer el mundo explotando una de las cualidades con las que los africanos nacen: correr.
El año pasado, con solo un mes de haber llegado a Ecuador, sin conocer el clima, su gente, ni las rutas, se inscribió en la 10K de EXPRESO y ganó. El domingo pasado repitió el título dejando en firme la promesa que le hizo a su hijo ‘Phylis’, quien continúa en Kenia, tiene 20 años y va a la universidad. “Le prometí empezar a labrar una historia en estos 10K y lo estoy cumpliendo”, dijo con lágrimas en los ojos.
Quizás el rasgo más fuerte que Margaret tiene es su piel tostada, una gran entrada en la frente y el diente incisivo que le hace falta en el maxilar superior, pero a ella poco o nada parece importarle. Siempre tiene una sonrisa, aunque cuando está en el pavimento da la impresión de tener la voracidad de un león hambriento por el asfalto. “Es la concentración”, explica la africana con una amplia sonrisa y un español mucho mejor hablado y entendido que el de 2015 cuando necesitó de un traductor.
Su pasión por el atletismo nació en África. Explica que es algo que llevan en la sangre, aún así no estaba en sus planes hacer de esto una carrera hasta que le tocó ser madre; de ahí que en 2007 dio el salto a América donde la Maratón de México fue su primer gran podio. Posteriormente, le siguieron éxitos en Brasil y Panamá.
En junio de 2015, cuando Karie iba a cumplir tres meses viviendo en Bogotá, Colombia, el atleta ecuatoriano, Franklin Tenorio, la invitó a participar en la carrera Quito Últimas Noticias y desde entonces radica en el país.
Aunque en la prueba capitalina fue cuarta, el empresario Fernando Arellano, dueño del club FAE Sport de Milagro, se fijó en ella y la acogió en sus filas donde ganó los 5K de esa ciudad y posteriormente su primera corona de EXPRESO. El resto fue un camino de rosas.
Este año ganó la Maratón de Cuenca en abril, la semana pasada fue cuarta en los 10K de la Policía Nacional, en Quito y el domingo volvió a subir al podio de la 10K EXPRESO, en Guayaquil.
Margaret no se siente una estrella. Corre con un objetivo claro: ganar para vivir. A sus 36 años, y por la cantidad de atletas que Kenia ‘bota’ a diario no se ve en unos Juegos Olímpicos, sino convirtiéndose en leyenda de la 10K. No maneja agenda de torneos. La ruta la marcan los premios y el afán de traer con ella a su hijo.