
Los ‘lobos solitarios’, el mayor riesgo yihadista
Estados Unidos hace un análisis dual de las consecuencias de la pérdida de territorio del Estado Islámico (ISIS, en sus siglas en inglés) en Irak y Siria.
Estados Unidos hace un análisis dual de las consecuencias de la pérdida de territorio del Estado Islámico (ISIS, en sus siglas en inglés) en Irak y Siria.
Si el ISIS va cediendo terreno, le será más difícil planificar atentados en el extranjero, como los de París y Bruselas, según dijo el martes Brett McGurk, el enviado especial del presidente Barack Obama en la coalición que lucha contra el grupo yihadista. Pero al mismo tiempo, vaticinó, aumentarán sus intentos de inspirar en Internet ataques de los llamados lobos solitarios, como la matanza de hace dos semanas en Orlando.
“Es un riesgo que estará con nosotros un largo tiempo”, dijo McGurk en una comparecencia en el comité de Relaciones Exteriores del Senado. El enviado subrayó que es “extraordinariamente difícil” frenar esos ataques solitarios porque requieren poca planificación y se nutren de una ideología que considera que “cualquiera que esté en desacuerdo merece morir”.
EE. UU. inició en agosto de 2014 sus bombardeos contra el ISIS en Irak y al mes siguiente los extendió a Siria. Otros países occidentales y árabes participan en la campaña. EE. UU. cuenta con unos 4.000 asesores militares sobre el terreno, la gran mayoría en Irak.
McGurk explicó que se “ha degradado realmente” la capacidad de comando y control del grupo extremista, y se ha mermado la red de combatientes extranjeros que entran y salen de Siria. También aseguró que se dan las condiciones para preparar las ofensivas contra los dos bastiones del ISIS -Mosul en Irak y Raqa en Siria- pero declinó detallar posibles plazos.
McGurk sonó más cauto que Obama en su análisis de la evolución de la lucha contra el grupo extremista suní. “En resumen, hemos progresado”, dijo. Habló de hallar el equilibrio entre velocidad y sostenibilidad, es decir, no apresurarse en liberar una ciudad hasta asegurarse de que permanecerá estable.
Esa es una de las lecciones respecto a la anterior intervención estadounidense en Irak (2003-2011), que implicó un despliegue masivo de tropas, causó más de 4.000 víctimas norteamericanas y no logró evitar el auge del ISIS en 2014.
Hace dos semanas, el jefe de la CIA, John Brennan, ya se mostró prudente en el Senado. “Pese a nuestros progresos contra el ISIS en el campo de batalla y el ámbito financiero, nuestros esfuerzos no han reducido la capacidad terrorista del grupo y su alcance global”, dijo entonces Brennan.
El responsable de la agencia de inteligencia explicó que cree que el ISIS está tratando de desplegar en el extranjero a comandos que puedan atentar y pronosticó que, ante la pérdida de territorio y dinero, la estrategia del grupo mirará más hacia “tácticas de guerrilla” con la que intentará perpetrar grandes ataques fuera de Irak y Siria.